Aitana Sánchez Gijón y Emma Suárez afirman que el teatro las hace crecer como actrices
Mario Gas dirige a las dos intérpretes en 'Las criadas', que se estrena en el teatro Borràs
Dos sirvientas excepcionales para un montaje de campanillas de Las criadas. Las actrices Aitana Sánchez Gijón y Emma Suárez encarnan en una nueva producción teatral, respectivamente, a las domésticas -pero nada domesticadas- hermanas Solange y Claire de la obra de Jean Genet, enredadas en la preparación del asesinato de su altanera señora (Maru Valdivielso) y en un infernal proceso autodestructivo de amor y odio. Mario Gas es el director del espectáculo, que se estrenará el próximo día 24 (pases a partir del día 22) en el teatro Borràs de Barcelona, donde permanecerá hasta el 3 de marzo para ir luego al teatro Albéniz de Madrid. Sánchez Gijón y Suárez coincidieron ayer, al presentar la obra, en destacar que el teatro las hace crecer como actrices.
Discretas, cercanas y nada glamourosas -Emma Suárez arrastraba un fuerte resfriado que la hacía aún más deliciosamente terrenal-, las dos jóvenes estrellas, dos de los rostros más admirados y valorados de la gran pantalla española, destacaron que se toman muy en serio la aventura escénica, una aventura que supone para ambas un retorno a un universo, el de las tablas, que no pisaban desde hace muchos años. Desde 1996 Aitana (La gata sobre el tejado de zinc caliente, con el mismo Mario Gas); desde 1990 Emma (Gracias abuela).
'Cuando hago teatro doy pasos de gigante como actriz, el cine es un caminar más pausado', señaló Sánchez Gijón. 'El teatro te permite desarrollar un personaje y un texto desde el principio al final; eso te proporciona logros y sensaciones que el cine, por su distinta mecánica, no te ofrece', apuntó Suárez. Ambas intérpretes insistieron en que se consideran actrices de cine y de teatro y que, por tanto, acometen el reto de Las criadas 'desde dentro del medio' y no como una incursión en un arte ajeno o un capricho. Gas abundó: 'No se trata de una operación de mercadotecnia que busque aprovechar el tirón de dos estrellas de cine. Aquí lo que hay es tres actrices de teatro que se enfrentan a un texto; tres actrices de cuerpo entero', subrayó.
Mario Gas señaló que el tema de Las criadas 'no hay que confundirlo con un conflicto doméstico entre las sirvientas y la señora. Es una reflexión sobre la marginalidad y la frustración humanas. Parte de un hecho real para trazar un oscuro juego de espejos y obsesiones en el que se mueven estas dos criaturas negras'.
Precedente 'ilustre'
Gas, que firma también la traducción de la obra, recordó el 'ilustre precedente' del montaje 'mítico' de 1969 de Víctor García, con Núria Espert, Julieta Serrano y Mayrata O'Wisiedo, que provocó un escándalo y que pudo verse en el teatro Poliorama. Agregó que su montaje es diferente, pero guarda puntos de contacto, por la vía del homenaje, con el anterior.
Aitana Sánchez Gijón explicó que vio Las criadas en el remontaje de Espert en 1983 tras la muerte de García y que le dejó 'una huella profunda' en unos momentos en que empezaba en el mundo de la interpretación. 'Hacer esta obra es uno de los grandes sueños para una actriz', dijo, y añadió que venció su pánico a volver al teatro y a interpretar un texto como el de Genet, 'críptico, ambiguo, lleno de aristas y recovecos', sólo 'porque estaba Mario, pues no habría regresado con nadie más, y porque contaba con una hermanita como Emma'. Suárez -a la que pudo verse muy joven en Barcelona en 1985 en Bajarse al moro- señaló que tenía muchas ganas de trabajar bajo la dirección de Gas y que no había vuelto al teatro porque había encadenado proyectos muy interesantes en el cine. 'Tenía dudas de enfrentarme a Las criadas, pero ahora están solventadas. A base de trabajar puedes superar los límites, y ver que eres capaz de hacerlo resulta muy gratificante'.
De la obra, Aitana dijo que muestra 'a una señora y sus dos criadas, que son como dos cucarachas o topos en su madriguera, asfixiados, encerrados en una soledad compartida'. Solange y Claire 'se odian, se repelen, se necesitan y se aman; se han inventado un ritual diabólico que celebran todos los días para descargar su frustración y su envidia; la obra nos muestra lo que ocurre cuando los seres humanos se relacionan entre sí desde el lado oscuro'.
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