Redondo tuvo una reunión secreta con Aznar en Moncloa

El presidente José María Aznar recibió a finales de julio en La Moncloa al secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros; a su padre, Nicolás Redondo Urbieta, y al defensor del pueblo, Enrique Múgica. Cuando en la dirección federal conocieron la cita, revelada ayer por la cadena SER, hubo un fuerte malestar por el secretismo de la misma y por los acompañantes de Redondo. Múgica se negó a recurrir la Ley de Extranjería pese a la petición socialista, y el ex líder de UGT critica con dureza a la Ejecutiva, según recordaron ayer dirigentes del PSOE. Redondo afirma que la reunión con Aznar 'fue discreta, pero no secreta'.

La revelación pública del encuentro con el presidente del Gobierno sorprendió a Redondo, ya que no veía en ese acto ningún motivo para el malestar en su propio partido. También Zapatero, desde Algeciras, le restó importancia y se resistió a precisar cuándo se enteró del encuentro. 'Conocí la reunión y no voy a dar más detalles', fue lo único que declaró.

Redondo relata que avisó a Zapatero en julio, durante la conferencia política del PSOE, en unos términos muy imprecisos sobre una próxima reunión 'importante'. Algunas semanas después, a finales de agosto, Redondo mantiene que informó a Zapatero en profundidad sobre el contenido del encuentro con Aznar. Dirigentes del PSOE afirman, sin embargo, que tuvo que ser el secretario general quien pidiera en septiembre a uno de sus colaboradores que hablase con Redondo para conocer los pormenores de la reunión.

Para los seguidores de Redondo, la intención de revelar ahora el encuentro obedece al objetivo de alguna parte del partido de situarle 'en las cercanías del PP', lo que tendría el rechazo de la mayoría de los socialistas vascos.

Reelección

Este episodio perturba notablemente el difícil camino que han emprendido los socialistas vascos tras la dimisión de Redondo, que todavía no ha decidido si aspirará a la reelección, lo que numerosos dirigentes de la dirección socialista dan casi por supuesto a estas alturas. En esta clima, Zapatero quitó hierro a la reunión de La Moncloa. 'Aznar puede tener reuniones con otros dirigentes y éstas pueden ser públicas o no. El diálogo en democracia es normal', declaró, informa Cándido Romaguera. En esa línea también se expresó la responsable de Política Exterior del PSOE, Trinidad Jiménez, en la edición electrónica de EL PAÍS, si bien lamentó que Aznar no invite 'con más frecuencia' a Zapatero, quien solicitó una entrevista al regreso de su viaje a Marruecos.

Numerosos dirigentes de la ejecutiva federal recuerdan el fuerte malestar que produjo la reunión con Aznar cuando se conoció. 'Redondo informó después de que se produjera', insisten desde la dirección federal. 'Y se hizo acompañar de dos personas cuyo comportamiento con el PSOE no ha sido el más adecuado'. A partir de ahí rememoran la actitud 'distante' de su compañero de ejecutiva tras las elecciones vascas de mayo. Estos interlocutores señalan que en la ejecutiva se le apoyó sin límites y le atribuyen la responsabilidad del distanciamiento. Cuando se inició el alejamiento se produjo, según la dirección del PSOE, esa reunión con el presidente del Gobierno. 'Fue una reunión discreta pero no secreta', señaló ayer Redondo. Su padreafirmó ayer que 'desde Madrid' hay una 'campaña sañuda' contra su hijo de la que participan 'algunos miembros de la ejecutiva', entre los que no incluyó a Zapatero. 'La intención de inhabilitarle como candidato a la secretaría general viene más de Madrid que del País Vasco'.