El Gobierno francés debe renunciar a limitar los despidos por causas económicas

Por octava vez en cinco años el Consejo Constitucional (CC) francés ha desautorizado una iniciativa legislativa del Gobierno de izquierda plural. Se trata del artículo que sólo permitía los despidos colectivos en caso de 'dificultades económicas serias que no puedan superarse por otra vía' o cuando 'los cambios tecnológicos pusieran en peligro la supervivencia de la empresa' o si 'había que efectuar reorganizaciones indispensables para mantener la actividad en la empresa'. El resto de la ley llamada de 'modernización social' sigue en pie, pero el despido ahora se admite, 'especialmente ante las dificultades económicas o los cambios tecnológicos'. El Partido Comunista (PCF), que había introducido las modificaciones ahora rechazadas para redorar su blasón reivindicativo, se dice 'indignado' ante una decisión del CC que valora 'como un éxito del ultraliberalismo'. El PCF se apoyó en una opinión pública escandalizada ante empresas como Michelin que, al mismo tiempo que revelaban los beneficios obtenidos a lo largo del año, anunciaban masivas reducciones de empleo que, de esa manera, se transformaban en denostados 'despidos bursátiles'.

Para el CC el artículo impugnado era 'una limitación manifiestamente excesiva a la libertad de empresa' al no tener en cuenta que las reducciones de plantilla pueden corresponder 'a la necesidad, no sólo de mantener la actividad empresarial, sino también la competitividad de la empresa'.

Si la derecha y la patronal se han felicitado de este nuevo revés legal a Jospin -el pasado 18 de diciembre el mismo organismo le negó al Gobierno el derecho a servirse del superávit de una caja mutualista para financiar parte de la instauración de las 35 horas-, parte de la izquierda, como el portavoz socialista Vincent Peillon, ha recordado que 'siete de los nueve miembros del CC son amigos políticos de Chirac'.