'Es lógico abrir la negociación con el PSE para lograr acuerdos en los ayuntamientos'
A Iñigo Urkullu (1961, Alonsotegi), presidente del PNV de Vizcaya, le ha tocado en los últimos dos años negociar con Euskal Herritarrok y con el PSE para lograr acuerdos en la Diputación y, tras el último pacto con los socialistas, se muestra optimista de cara a nuevas posibles ententes en municipios.
Pregunta. El acuerdo PNV- PSE en la Diputación vizcaína, ¿abre la posibilidad a una vuelta a los acuerdos institucionales entre los dos partidos, suspendidos desde 1998?
Respuesta. Estos acuerdos entre formaciones políticas son buenos, pero ya tiene que ser una apuesta de cada partido. Veremos si eso puede ser posible en otros ámbitos institucionales.
P. ¿Es previsible la extensión de este acuerdo a los municipios vizcaínos?
R. No hemos abierto todavía la negociación a otro ámbito institucional. Hay municipios en los que unos y otros gobernamos en minoría. Desde el PNV hay disposición. Pero no está iniciada, aunque nos gustaría.
P. En Vizcaya al PNV le interesa un acuerdo para desbloquear las cuentas en Bilbao, que se enfrenta a un tercer año de prórroga, y a los socialistas también en varios municipios de la Margen Izquierda. ¿Sería beneficioso para ambos?
R. Si, pero no sólo por Bilbao. Hemos visto en la negociación de la Diputación que hay un planteamiento claro de intentar que el PSE tenga su perfil propio. Entendemos que todo ámbito institucional debe lograr su propio presupuesto.
P. ¿Va a tomar el PNV alguna iniciativa para buscar esos acuerdos o esperará a que se mueva el PSE?
R. Donde tenemos el liderazgo, vamos a impulsar que tengan el presupuesto anual. Estamos trabajando en ello, empezando por el Gobierno y terminando por los ayuntamientos.
P. Pero, ¿hay intención de abrir la negociación con la ejecutiva del PSE?
R. Sería una cuestión lógica. Estamos gobernando en 80 ayuntamientos vizcaínos, algunos con mayoría absoluta y otros sin ella. Eso exige sentarse a negociar, que es lo que estamos haciendo a todos los niveles, como en el Gobierno vasco.
P. La falta de acuerdo en el Gobierno, a diferencia de las diputaciones, confirma que persiste la desconfianza entre ambos partidos.
R. Desde el PNV decimos que los presupuestos responden a una estructura y comportan una ideología. Hemos observado que en Vizcaya es posible hablar con el PSE y las razones habría que escarbarlas en el posicionamiento del propio PSE. Tendrá que ser este partido, que no está dispuesto a apoyar los presupuestos en una institución y si en otra, quien explique su situación. El PNV tiene una línea maestra en el proyecto de presupuestos del Gobierno, diputación y ayuntamientos.
P. ¿Está todavía alejado un posible escenario futuro de pactos globales entre PNV y PSE, como antaño?
R. No estamos planteando nada en ese sentido. Con el PSE, en caso de llegar a acuerdos globales más allá del apoyo a unos presupuestos, sería en base a que hubiera acuerdos de fondo: un compromiso con la realidad política vasca. Y en esto no hemos percibido en el PSE ningún compromiso, sino lo contrario.
P. Uno de los granos que le ha salido al PNV es la polémica por la central energética de Amorebieta. ¿Cree que, con los últimos cambios y el boicot anunciado por la oposición, se celebrará la encuesta?
R. No lo sé. Esto es la típica historia de demagogias, de provocar la alerta a la sociedad. En nuestra organización interna hemos vivido una situación desagradable y paradójica, en la medida en que estoy persuadido que nadie de nuestra gente está en contra del proyecto. Hay que entender los matices de quien vive en un municipio y tiene que hacer frente a presiones externas previamente cultivadas por razones demagógicas. Reconocemos lo difícil que es para nuestro grupo municipal en el Ayuntamiento. No entendemos la pertinencia de una consulta que sea decidida por un ámbito de la ciudadanía cuando afecta a todo Euskadi.
P. ¿Cómo valora que no sea ya una consulta sino una encuesta y haya cambiado totalmente la pregunta?
R. Prefiero no entrar en este terreno, porque nuestro planteamiento es que no cabía ninguna consulta.
P. ¿En que situación está el expediente de expulsión de la alcaldesa y los seis concejales?
R. Eso responde al ámbito interno.
P. Pero sigue su curso.
R. Seguimos estando dispuestos a que si hay una modificación del planteamiento, a proceder en justa lógica en orden al compromiso que han adquirido en el ayuntamiento. A día de hoy, ni interna ni públicamente, hemos conocido ninguna modificación de ese planteamiento.
P. Pongámonos en un escenario posible: dado el boicot de la oposición, si el grupo municipal retira la encuesta ¿se reconsiderará el expediente de expulsión o tendría que haber algo más?
R. Evidentemente, la retirada de la encuesta va a la raíz de la presentación del anuncio de la denuncia y estaríamos dispuestos a poder retirar o no cumplir ese anuncio de presentación de la denuncia. Las cosas, para el EBB, volverían a su punto inicial.
P. En otro proyecto energético, el de IGCC de Petronor, también ha surgido la oposición del Ayuntamiento de Abanto. ¿Puede pasar algo parecido?
R. Ahí se da la paradoja de que, estando contemplado en el Plan de Revitalización de la Margen Izquierda que está firmado por el PP, PSE, EA y PNV, el ayuntamiento, gobernado por el PSE, es quien está liderando la postura contraria al proyecto IGCC. Las razones habría que buscarlas en el cálculo electoralista del PSE en el municipio o incluso internas. Como PNV no queremos entrar en ese juego. Pero pensamos que el proyecto es mejorable, y tenemos un debate interno.
P. Algunos se preguntan por qué el PNV defiende una consulta para la autodeterminación de Euskadi y, en un tema local, rechaza este mecanismo.
R. Desde fuerzas políticas hasta columnistas de opinión de distintas posiciones ideológicas, hay un juego perverso que responde a unos intereses propios pero contrarios a la lógica de la actuación del PNV. Estamos de acuerdo en las consultas populares en la medida que afectan al conjunto de la sociedad, dentro del planteamiento de respeto a la voluntad de la sociedad vasca. Creemos que una consulta popular sobre Boroa no tiene que ser ceñida a Amorebieta.
P. Hablando de partidos, los socialistas están en plena crisis, IU las sufre periódicamente, EA ha tenido problemas. Sólo en el PNV y el PP las aguas parecen calmadas. ¿Cómo se consigue?
R. Se consigue también habiendo vivido esas experiencias. En los 106 años del PNV, ha habido escisiones y situaciones convulsas internas. Hoy somos un partido sano, tenemos debates internos y muy interiorizados. Y hay unas reglas de funcionamiento que nos afectan a todos por igual. Es el bagaje de un partido que pretende liderar una sociedad y no cae en esos riesgos.
P. Pero en los partidos de izquierdas siempre sale más a la luz la disputa. ¿En el PNV nunca se airea mucho la discrepancia?
R. Creo que lo justo. Y eso es bueno para que la sociedad perciba que el PNV está internamente vivo. Incluso es conveniente en una cierta medida. La sociedad nos exige esa capacidad de liderazgo y eso se visualiza en que el partido que pretende liderar sea sólido, transmita tranquilidad, no sometiendo a la sociedad a la tensión de las discrepancias internas.
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