Un tribunal de arbitraje condena a Terra a pagar 20,5 millones de euros por Teknoland

Terra Networks ha sido condenada por un laudo arbitral a pagar 20,59 millones de euros (3.426 millones de pesetas) a los accionistas de la consultora de Internet Teknoland. Según la decisión, ésta es la cantidad que vale el 64% de Teknoland que estaba en manos de sus fundadores y que Terra se comprometió a comprar en junio de 1999, una adquisición que luego se negó a realizar. La filial de Telefónica ha recurrido la decisión, por la que debería hacerse cargo de Teknoland -que tiene deudas de 18 millones de euros-, y no descarta 'medidas' contra sus gestores.

Los 20,59 millones de euros que, según el laudo de la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje, tendría que pagar Terra, es una cantidad muy inferior, en todo caso, a los 51,08 (8.500 millones de pesetas) que reclamaban los accionistas de Teknoland. En el caso de que la sentencia se haga firme, Terra deberá pagar, además, un interés anual de dos puntos por encima del precio oficial del dinero (3,25). La decisión, que cuenta con el voto particular en contra de uno de los tres árbitros, fue recurrida por Terra el pasado sábado, así que ahora se abre otro proceso ante los tribunales ordinarios que podría durar un año y medio.

La historia de la relación entre Terra y Teknoland se remonta a 1999, en pleno boom de los valores de Internet. En junio de ese año, la filial de Telefónica, presidida entonces por Juan Perea, decide comprar el 25% de Teknoland, en una estrategia por conseguir masa crítica ante su salida a Bolsa, que se produciría en octubre de ese mismo año. Teknoland es una de las puntocom españolas más antiguas y conocidas. Dedicada al diseño de páginas web, era el reflejo español de las puntocom de Silicon Valley. Sus trabajadores participaban en el capital de la compañía y recibían masajes gratuitos.

Del acuerdo entre Terra y Teknokand de entonces nace la polémica de hoy. Terra se compromete a financiar las ampliaciones de capital que los gestores consideren necesarias para que la compañía crezca, y a hacerse con el 100% de la compañía cuando sus accionistas y fundadores (Luis Cifuentes., David Cantolla, Colman López y Jesús Suárez) quieran venderla. Según explica el laudo, el contrato incluía, además, una obligación de Telefónica de financiar la compra si Terra no lo hacía.

Teknoland comienza entonces a crecer y a gastar, abriendo oficinas en América Latina y comprando compañías como Ideal Objects, que costó 18,03 millones de euros (3.000 millones de pesetas). Pero cuando llegó el crash de los valores de Internet, en abril de 2000, comienzan a surgir los problemas de financiación, y Teknoland reclama 10 millones de dólares a Terra para poder financiarse. Finalmente, el 23 de noviembre de 2000 y por escrito, le pide que compre el 100% de la compañía, como se había comprometido a hacer. Terra realiza un proceso due dilligence (evaluación económica) y decide no comprar. Aduce que las previsiones de facturación de 2000 eran muy superiores a lo que ingresó la compañía (24,04 millones de euros previstos frente a los 12 que facturó) y que se realizaron inversiones de 'dudosa rentabilidad'. Poco después de la due dilligence, el director financiero de Teknoland, Elías Rodríguez-Viña, se incorpora a Terra como director financiero. Teknoland suspende pagos, finalmente, el 16 de febrero de 2001, y demanda a Terra.

Durante el año que, prácticamente, ha transcurrido entre la demanda y la decisión arbitral, los abogados de ambas partes han presentado miles de documentos y declaraciones. Entre ellas, los letrados de Teknoland, del bufete Víalegis, han manejado declaraciones del presidente de Terra, Joaquim Agut, a la prensa y los inversores, explicando por qué no se cumplían las previsiones de números negros de Terra. 'Es, en definitiva', dice el laudo, 'el incumplimiento de Terra el que ha provocado la suspensión [de pagos], lo que además es natural en este tipo de sociedades que necesitan (como la misma Terra reconoce, a través de su presidente) permanentes inyecciones de capital, hasta su consolidación'.

Si la decisión se hace firme, Terra podría liquidar la compañía o continuar trabajando con ella, aunque Teknoland sólo vive administrativamente; no tiene empleados ni clientes. Luis Cifuentes, fundador y presidente de Teknoland, asegura que 'nada' podría compensarle de la muerte de su compañía, y asegura: 'El tándem Agut-Rodríguez Viñas debería dimitir, no debería permitírseles seguir con esta huida hacia delante', en referencia al recurso que ha presentado Terra. Fuentes de Terra, por su parte, explican que van a realizar una auditoría de Teknoland, para averiguar las 'causas reales' de la situación de la compañía, y que no descarta 'ningún tipo de medida' contra sus gestores.