Un galeón para pagar a Hacienda
El Estado acepta la maqueta de un barco para el Museo Naval como pago de obligaciones fiscales
A cambio de contrapartidas fiscales, el Estado acaba de aceptar de una sociedad anónima madrileña la entrega a su patrimonio, tras cinco meses de trámites, de una maqueta a escala de un galeón que fuera nave Capitana Real de la Armada de España en el siglo XVII. La figura administrativa empleada para esta operación se denomina dación, que únicamente se aplica en asuntos concernientes a bienes de valor excepcional. La maqueta está valorada en unos 20 millones.
La construcción de la maqueta, de 1,80 metros de longitud, costó más de diez años de investigaciones y trabajo a un equipo compuesto, hace una década, por 11 personas. La reproducción del bajel, un galeón construido en astilleros de Santoña y Colindres hace cuatro siglos, se halla expuesta en el Museo Naval de Madrid, situado en el paseo del Prado, dentro del recinto del cuartel general de la Armada, visitable gratuitamente de lunes a sábado entre las diez de la mañana y las dos de la tarde.
La dación es una figura administrativa que lleva aparejadas exenciones fiscales para su dador, en este caso Patriber, una empresa constructora afincada en Madrid. La dación es un modelo a escala del galeón Nuestra Señora de la Concepción y de las Ánimas, nave Capitana Real de la Marina del Reino de España entre 1687 y 1705.
La maqueta es obra del modelista vasco Jesús María Perona Lertxundi, quien, por esta obra, cosechó el Campeonato de Europa de Modelismo Naval en 1999 en colaboración con el ingeniero naval Cruz Apestegui, quien, bajo supervisión del catedrático Francisco Fernández González, documentó la investigación.
La fabricación en maqueta a escala de 1/20 del galeón ha seguido las líneas marcadas en un manuscrito redactado en 1688, un año después de la primera botadura del navío, por el ingeniero naval y arquitecto vasco Antonio Gaztañeta Iturribalzaga. El Nuestra Señora de la Concepción y de las Ánimas, cuyo proyecto fue obra de Millán Iriarte, Jerónimo de Eguía, Ignacio Soroa y el propio Gaztañeta, a partir de 1680, fue proyectado para cargar hasta 1.300 toneladas. Su botadura, el 24 de septiembre de 1687, fue realizada en Santoña con 184 bueyes. Tras participar en la batalla de Darién, en 1699, fue desguazado en 1705 para ser hundido junto con otros dos buques en la zona de Puntales, en la bahía de Cádiz, con la finalidad secreta de cerrar un canal de paso ante un ataque naval enemigo.
La maqueta del fastuoso galeón, construida tras más de dos mil horas de trabajo, implicó la creación ex novo de 20.000 piezas originales, en su mayor parte en madera de roble en su construcción interna, castaño para el forrado de su continente y para las cubiertas, ébano, boj, peral, caoba y nogal, así como bambú para el afirmado de algunas uniones, entre otros materiales nobles.
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