El alma del piano
El piano es el rey de los instrumentos en el mundo de la música clásica. Su universo sonoro sigue atrayendo al público con una fuerza incomparable y, desde que Franz Liszt se convirtió en la época romántica en un artista adorado por las masas, los pianistas reinan en las salas de conciertos desplegando un arte sonoro que sigue desatando pasiones por su riqueza expresiva y su fulgurante virtuosismo. La séptima edición del Ciclo de Grandes Intérpretes, que a lo largo del año presentará en el Auditorio Nacional de Madrid a nueve de los mejores pianistas del mundo, ofrece en su programación un fascinante abanico de escuelas, estéticas y vanguardias que recorre la historia de la música desde el barroco a la creación contemporánea.
La pianista georgiana Elisabeth Leonskaya abrirá el próximo 30 de enero un lujoso cartel en el que compartirán protagonismo varias generaciones de colosos del teclado, desde el austriaco Alfred Brendel -a sus 71 años es el más veterano de los pianistas que actuarán en los nueve recitales programados hasta diciembre de 2002- hasta el italiano Gianluca Cascioli, de 22 años, el benjamín de los solistas que actuarán en la cumbre pianística organizada por la revista musical Scherzo. El finlandés Olli Mustonen, la francesa Hélène Grimaud, el polaco Krystian Zimerman, el catalán Josep Maria Colom y los rusos Anatol Ugorski y Grigori Sokolov completan el lujoso cartel.
Cinco siglos de vitalidad creadora, desde la magia barroca de Johann Sebastian Bach al sugerente eclecticismo del compositor estadounidense John Corigliano, nacido en 1938, conviven en una seductora programación que combina las grandes escuelas y repertorios de la historia del piano. Como sucede con los cantantes de ópera, las estrellas del piano provocan encendidas polémicas entre los aficionados con sus propuestas interpretativas. Y en el juego de la seducción, la personalidad del intérprete marca la diferencia.
Elisabeth Leonskaya abordará en el recital inaugural los dos repertorios que copan la programación del ciclo: el romanticismo y los clásicos del siglo XX. El diseño del programa, con la Sonata opus 1, de Alban Berg, como punto de partida, permite explorar las raíces de la moderna revolución pianística desde el visionario mundo sonoro de Beethoven -nada menos que la Sonata número 23 en fa menor, opus 57 Appassionata- a la angustiosa y violenta atmósfera expresiva de la Sonata Sz. 80, de Béla Bartók, con el arrollador virtuosismo del Vals Mephisto número 1, de Liszt como punto final de la velada.
Olli Mustonen ofrecerá un ejercicio de fantasía técnica y libertad expresiva al combinar en una misma sesión 12 Preludios y fugas de Bach y otros tantos de Dmitri Shostakóvich, uniendo en el tiempo una de las cimas del teclado barroco y su más audaz y reveladora respuesta en el siglo XX. Otra seductora propuesta es la combinación de música española y francesa que presentará Josep Maria Colom combinando la mágica sonoridad impresionista de Claude Debussy, el delicado universo expresivo de Frederic Mompou y el exquisito virtuosismo pianístico de Maurice Ravel y Manuel de Falla.
Mientras Krystian Zimerman y Grigori Sokolov aún no han desvelado los programas que tocarán en el ciclo, los otro cuatro pianistas invitados han apostado por la gran literatura romántica en la que el piano vivió su máximo desarrollo técnico y expresivo. Alfred Brendel, intérprete de culto, tocará obras de Mozart, Schubert y Brahms; Anatol Ugorski combinará páginas de Bach, Beethoven y Schumann, y Hélène Grimaud tocará una fantasía de Corigliano y sonatas de Brahms y Beethoven. El ciclo incluye una velada monográfica consagrada a Schumann a cargo de Gianluca Cascioli y el ya legendario Cuarteto Alban Berg.
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