En defensa de los mediocres

Tras las últimas declaraciones ofrecidas por la subsecretaria de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, en las que tachaba de 'mediocres' a aquellos que 'critican injustificadamente' su política cultural, el sector profesional de las artes escénicas valencianas no puede sino mostrar una vez más su sorpresa e indignación por el ataque directo y el ánimo de confrontación que supone tal afirmación.

En este convulso y desagradable periodo en el que se sitúan las relaciones entre los responsables de la política teatral de la Generalitat Valenciana y los representantes del sector profesional del teatro y la danza valencianas, descalificaciones gratuitas como ésta no hacen sino instalar la situación en un punto crítico de no retorno, ahondar en el desencuentro y el alejamiento de soluciones futuras y lo que es más grave, intentar negar la posibilidad de crítica que toda sociedad democrática libre posibilita a cualquier ciudadano o colectivo.

El Síndic de Comptes pone en tela de juicio algunas actuaciones de la Subsecretaría de Promoción Cultural

Con las armas propias de quien está instalado en el poder y la amplificación de mensajes tan alejados de la realidad a los que nos tiene acostumbrados, la Subsecretaria de Promoción Cultural parece empeñada en darnos la razón cuando realiza declaraciones de este tipo y aún es capaz de añadir que 'existe miedo a competir y crecer a través de propuestas culturales externas que no se controlan bien'. La profesión valenciana tenemos la firme voluntad de ser competitivo, como lo estamos demostrando a nivel nacional e internacional, pero en igualdad de condiciones que las que ofrece la subsecretaria de Promoción Cultural en sus propuestas de escaparate. Y si hablamos de mediocridad ¿Puede considerarse mediocre a un sector que mantiene y desarrolla cada vez con mejores resultados la práctica totalidad del teatro y la danza que se produce en el País Valenciano? ¿Son mediocres las cifras de asistencia de público que están consiguiendo las compañías valencianas desde hace ya varios años cuando salen fuera de Valencia y giran sus espectáculos por el estado español y por el mercado internacional? ¿Se puede hablar de mediocridad cuando el número de puestos de trabajo directos que posibilita la actividad de las compañías privadas valencianas va en aumento cada año de la misma manera que se incrementan el número de funciones programadas cada temporada por estas mismas compañías?

Al poco de realizar Consuelo Ciscar estas declaraciones, el informe que el Síndic de Comptes ha realizado sobre la gestión de Teatres de la Generalitat durante la pasada temporada revela algunos datos significativos que ponen en tela de juicio alguna de las actuaciones que esta Subsecretaría ha venido realizando. En dicho informe, la Sindicatura de Comptes denuncia que tanto en los montajes de Facing Goya o El lago de los Cisnes han ocurrido irregularidades tales como no presentar facturas para el cobro de honorarios, no figurar presupuestado en los contratos los gastos de tales montajes o incluso encubrir tales montajes como coproducciones cuando realmente son contratos artísticos. Hablemos pues también en estos casos de mediocridad, de eficacia y de competitividad ¿no? ¿O sólo hablamos de mediocridad en el caso del sector profesional teatral valenciano que está demostrando día a día su madurez y al que por el contrario se le ofrece el ninguneo de unos presupuestos indignos que imposibilitan un crecimiento y una estabilidad necesaria? ¿Qué mérito tiene el producir unas Troyanas que al establecer un mínimo análisis en la relación coste-butaca e inversión de dinero público, número de funciones y personal contratado, resulta ser uno de los espectáculos teatrales más oneroso de los últimos diez años en el estado español? ¿Hablamos o no hablamos de mediocridad?

La tregua navideña que había establecido el sector ha terminado. Los profesionales de la danza y el teatro valencianos también quieren entrar a participar de ese 'Siglo de Oro' (sic) de la cultura valenciana del que tanto alardea la Subsecretaria de Promoción Cultural, pero no de cualquier manera sino asumiendo con responsabilidad el papel que nos pertenece y exigiendo a los responsables políticos que cumplan el suyo. Y es evidente que deseamos que este Siglo de Oro brille, pero por tratarse de un proyecto cultural coherente y equilibrado.

Por todo esto, el sector profesional del teatro y la danza, propone a la Subsecretaria de Promoción Cultural un debate abierto, con luz y taquígrafos, si así lo desea, sobre la relación del dinero público invertido en los proyectos de teatro y danza que han venido desarrollándose estos dos últimos años, el número de asistentes, de funciones, incluso resultados artísticos... En ese momento, cuando se tengan esos datos y los responsables de la política cultural del Gobierno de Eduardo Zaplana, tengan la voluntad de analizarlos y extraer conclusiones, podremos acusar con certeza a quién esté instalado en la mediocridad.

Esperamos que, cuando esto llegue, no sea demasiado tarde para nadie.

Francesc Jiménez es secretario general de AVETID (Associació Valenciana d'Empreses de Teatre i Dansa).Francesc Jiménez es secretario general de AVETID (Associació Valenciana d'Empreses de Teatre i Dansa).