"En el Este hay grandes oportunidades para empresas españolas"
Jean Lemierre, presidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) llegó ayer a Madrid con un mensaje para las empresas españolas: 'Inviertan en Europa del Este'. América Latina 'ha sido la prioridad y es una buena prioridad', admite, pero la mejor receta para evitar cataclismos como los de estos días es la diversificación, aconseja. Y la presencia española en el Este es muy inferior a la media de los grandes de la UE. Hay excepciones como Fenosa, que controla las tres principales eléctricas de Moldavia.
Creado hace 10 años a instancias del presidente François Miterrand para ayudar a transformar las economías de los antiguos satélites de la Unión Soviética, el BERD ha invertido desde entonces casi 20.000 millones de euros y generado una inversión privada de 68.000 millones en una zona que ha acabado incluyendo Rusia, Ucrania y parte de Asia Central.
Lemierre, francés de 51 años, buen conocedor del entramado comunitario, es visto por algunos como un buen candidato para suceder a Wim Duisenberg al frente del BCE si los jueces truncan la carrera del gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, y los reglamentos del BCE cortan las aspiraciones de su vicepresidente, Christian Noyer.
En Madrid, Lemierre se entrevistó con el ministro de Economía, Rodrigo Rato, y con el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana. Pero su principal objetivo es convencer a los empresarios de las ventajas de tomar posiciones en Europa del Este con la ayuda del BERD, un banco que está para apoyar proyectos allí donde el riesgo hace que la banca privada no se atreva. Quiere 'proponerles que tomen parte en el riesgo de que les ayudemos a invertir en el Este, donde hay muy buenas oportunidades de inversión'.
'En la actualidad, del total de inversiones del BERD, las españolas se sitúan en torno a los 200 millones de euros. Creo que podría ser más. Hay muy buenas oportunidades para los bancos, para muchas empresas, de invertir en Europa central, en el sureste, en Rumania, Bulgaria, los Balcanes y, por supuesto, en Rusia'.
La exigua presencia española se justifica porque 'España ha tenido una gran región para desarrollar sus inversiones, que es América Latina. Ésa ha sido la prioridad y es una buena prioridad. Pero diversificar puede ser bueno, y las buenas oportunidades se han de aprovechar. En definitiva, teniendo en cuenta la situación actual, mi mensaje es que no hay que olvidar las otras oportunidades, que no hay que olvidar que el BERD es un banco español, que nos pueden llamar para que les ayudemos a ir allí, y eso puede ser bueno para sus negocios', explica.
Aunque no parece que los tropiezos españoles en Argentina sean el mejor acicate para extender las inversiones a países donde no siempre impera la ley, Lemierre es incombustible: 'Si hay algún riesgo, ahí estamos nosotros para intentar reducir la parte que asumen las compañías privadas'.
¿Por qué 10 años después Europa del Este sigue siendo una zona de riesgo? 'Porque la transición es un largo proceso', responde. 'Basta con mirar atrás para ver que los progresos que se han hecho son enormes, pero todavía no se ha acabado. Por eso se creó el BERD, para ayudar al sector privado a invertir. La transición se habrá acabado el día en que el sector privado no nos necesite. De momento nos necesita, aunque el riesgo sea menor que hace 10 años'.
Pero la corrupción, uno de los problemas de América Latina, lo es también en Europa del Este. 'La corrupción existe. Es una enfermedad', reconoce. 'Intentamos luchar contra la corrupción; nuestras inversiones están condicionadas, y hacemos numerosas investigaciones. Ponemos condiciones muy estrictas. Es una cuestión moral, no sólo económica. Intentamos luchar contra la corrupción en los Gobiernos, pero también contra los comportamientos inadecuados en las empresas. No aceptamos hacer negocios con compañías que no son transparentes'.
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