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El Ayuntamiento califica de 'éxito' la campaña navideña de tráfico

La velocidad de los autobuses ha aumentado un 20% y se han puesto 3.000 denuncias

'Todo un éxito'. Así califican fuentes de la Concejalía de Movilidad Urbana la campaña de Navidad destinada a mejorar la circulación vial en la capital. La velocidad de los autobuses ha aumentado un 20%, los agentes que vigilan los carriles-bus han puesto 3.000 denuncias y las ocupaciones de estas vías han descendido un 16,7%. Y todo gracias a los 40 controladores de la ORA que se han encargado de que los conductores 'respetasen el carril-bus a cualquier precio'.

Sigfrido Herráez, concejal de Movilidad Urbana del Ayuntamiento de Madrid, decidió poner en marcha durante estas navidades un dispositivo especial para evitar que, debido a las compras y a las numerosas salidas navideñas, la capital quedase colapsada. Para ello, el Consistorio instaló tres métodos combinados destinados a aumentar la fluidez de la circulación.

El objetivo principal de la campaña de Movilidad Urbana era, además, lograr que los conductores respetasen el carril-bus,una de las vías más apetecibles para dejar el coche mal aparcado o para intentar adelantar y ganar tiempo en los atascos. 'Sobre todo hemos vigilado los carriles-bus que conectan dos intercambiadores de transporte: por ejemplo, el que va de Nuevos Ministerios a Atocha o el que va de Atocha a la plaza de Legazpi', explicaron ayer fuentes de la Concejalía de Movilidad Urbana.

En varios carriles-bus, la Concejalía de Movilidad Urbana colocó balizas luminosas -los llamados ojos de gato-, balizas abatibles y carriles a contramano (en sentido contrario al discurrir del tráfico). Por ejemplo, en la calle de Serrano se pusieron 400 balizas luminosas de un nuevo modelo gracias a una inversión de 30 millones de pesetas adjudicadas a la empresa Licuas. En total, las medidas de la concejalía afectan a 35 kilómetros de este tipo de vías. Además, 40 controladores de la ORA vigilaron los carriles-bus que han sido especialmente conflictivos estas navidades, entre otros los que discurren por Serrano, Princesa, Alberto Aguilera y Narváez.

Para ello, los controladores contaron con diez coches Smart prestados por la marca que los fabrica, y hacían las patrullas en parejas. También llevaban una cámara de fotos para ratificar el motivo de la denuncia. Además, el Ayuntamiento incrementó el número de policías municipales destinados a las calles de la capital durante el periodo navideño e hizo una campaña publicitaria en los medios de comunicación locales para promocionar el transporte público.

El resultado, según fuentes de Movilidad Urbana, ha sido 'todo un éxito': la velocidad de los autobuses públicos ha aumentado un 20%, los controladores de los carriles-bus han puesto 3.000 denuncias y el nivel de ocupación de estas vías ha descendido un 16,7% respecto a otros periodos en el que no había este tipo de vigilancia.

Medidas insuficientes

En cambio, para Eugenio Morales, responsable socialista de temas de tráfico en el Ayuntamiento, la campaña de estas navidades ha sido 'claramente insuficiente'. 'Nos parece muy bien que se tomen medidas para solucionar el permanente atasco que hay en las calles de Madrid. Pero se ha hecho en muy pocas vías y el resto ha seguido con los problemas de siempre', afirmó Morales. Y añadió: 'Los autobuses de los carriles-bus que han sido controlados circulan normalmente a 13,5 kilómetros por hora. Si han aumentado su velocidad un 20%, significa que se han puesto a 16 kilómetros por hora, lo que no es mucho'.

Tras el periodo navideño, el Ayuntamiento mantendrá las balizas luminosas y las abatibles y los carriles a contramano en los carriles-bus. Además, el Consistorio estudiará -ante el 'buen éxito' de la campaña de Navidad- que los vigilantes de la ORA sigan controlando algunos de los carriles-buses. 'Esta medida era un experimento piloto que ha dado muy buenos resultados. Los madrileños la han aceptado muy bien y ha cumplido perfectamente su función disuasoria', aseguraron desde la Concejalía de Movilidad Urbana.

Si la medida de vigilancia de los carriles-bus finalmente se extiende, Sigfrido Herráez negociará con los sindicatos del sector reconvertir a los 300 controladores del aparcamiento de la ORA con que actualmente cuenta el Ayuntamiento en vigiladores permanentes de las vías reservadas para el transporte público. Pero para esto es necesario que el Ayuntamiento instale, por fin, los parquímetros, algo que lleva prometiendo desde hace muchos años. Según las previsiones de la Concejalía de Movilidad Urbana, los parquímetros estarán instalados, seguramente, el próximo mes de mayo. Si esto ocurre, los controladores de la zona ORA se quedarán sin función específica y el Ayuntamiento podrá dedicarlos a otros menesteres.

Para el concejal socialista Eugenio Morales, tienen que ser los miembros de la Policía Municipal los que controlen los carriles-bus. 'Estas personas son las únicas cualificadas para realizar estas funciones de vigilancia. Al poner a trabajadores de la ORA controlando los carriles-bus, lo que ha ocurrido durante estas navidades es que los aparcamientos de la capital han quedado abandonados. Lo único cierto es que la ORA cuesta al Ayuntamiento 1.000 millones de pesetas al año y, hoy por hoy, no sirve para nada', explicó Morales.

Parquímetros y otras ideas

Tras la campaña de navidades, Sigfrido Herráez, concejal de Movilidad Urbana, sigue maquinando ideas para conseguir mejorar el tráfico en la capital. El próximo mes de mayo, el Ayuntamiento tiene previsto instalar, por fin, los parquímetros que regularán el aparcamiento en el centro de la ciudad. Herráez tiene claro los límites por donde van a oscilar los precios: 'Queremos mantener los precios de la zona ORA, pero como habrá que pagar en euros pondremos cifras redondas para que a la gente le sea más cómodo pagar', afirma Herréaz. Así, el concejal prevé que una hora de estacionamiento cueste 0,5 euros (83 pesetas), tres pesetas más que el actual sistema de aparcamiento regulado (ORA). El precio de la tarjeta anual para residentes se mantendría como el del mismo pase de la ORA: 21,48 euros (3.540 pesetas). 'Con los parquímetros confiamos en rebajar de 800.000 a 400.000 los coches que cada día acceden al centro de la capital', subraya Herráez. El concejal de Movilidad puso en marcha sus ideas para controlar el tráfico desde el mismo día en que tomó posesión de su cargo, el 30 de mayo de 2000. Entonces propuso que el Ayuntamiento llegara a un acuerdo con las empresas de una misma zona para que escalonaran el horario de entrada y salida de sus empleados, con el fin de evitar la concentración de coches en la hora punta. En el mes de diciembre de 2000, Herráez presentó unos conos de plástico con los que, aseguró, iba a preservar el carril-bus de la invasión de vehículos. Los conos no dieron el resultado esperado, porque se caían ante el más mínimo empujón de los coches. Y, además, porque algunos establecimientos influyentes de la ciudad consiguieron que en hora punta de su actividad se retiraran estos artilugios que impedían aparcar a los clientes a la misma puerta.

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