'Quiero que se sepa lo que es el sida'

Earvin Magic Johnson, el rostro que revolucionó durante los años 80 el baloncesto de la NBA con el famoso Showtime, llegó ayer a Madrid para dar lustre al centenario del Real Madrid. Con una cara que parece estar reñida con el paso del tiempo -aunque con varios kilos de más-, unos ojos brillantes que siempre sonríen y derrochando simpatía, Magic compareció ayer ante los numerosos medios de comunicación para presentar el Torneo All Stars Madrid 2012, que enfrentará el domingo al Real Madrid y al Magic Johnson All Stars (19.00, TVE 2 y Telemadrid).

Diez años después de descubrir que era seropositivo, Magic está vivo y ha conseguido fuera de las canchas el éxito que alcanzó con los Lakers. Es propietario de una cadena de cines y cafeterías, continúa con éxito su fundación, es propietario del 5% de los Lakers y es uno de los principales portavoces de las campañas antisida. Y con 42 años no se olvida del baloncesto 'porque amo este deporte'. Aunque el cinco veces campeón de la NBA reconoció ayer en el acto del Centenario blanco que había perdido mucha rapidez en sus movimientos. 'Soy 20, 30 ó 50 pasos más lento. Pero me entreno cada día y eso me hace sentir fenomenal'.

Pau Gasol tiene todas las posibilidades de ser el mejor 'rookie' de la temporada

Me encanta ver cómo Michael Jordan se desenvuelve tan bien entre los más jóvenes

Integrante de una generación irrepetible, el mítico base de los Lakers quiso dejar claro que 'nunca jamás habrá un equipo como el Dream Team de los JJ OO de Barcelona´92'. 'Nunca habrá más jugadores como Michael Jordan y Larry Bird. En Barcelona disfrutamos muchísimo, fue increíble jugar al lado de compañeros con los que normalmente me enfrentaba. Pero esos jugadores son irrepetibles', confesó un Magic nostálgico. Tras demostrar ante los medios su carisma y sinceridad, Magic analizó con EL PAÍS algunos de los momentos más intensos de su existencia.

Pregunta. Su vida ha cambiado mucho desde ese fatídico 7 de diciembre de 1991 cuando anunció que era portador del VIH. ¿Echa de menos el fuerte ritmo y el ambiente de una competición como la NBA?

Respuesta. Claro que sí. He vivido durante mucho tiempo sometido a la enorme presión que supone jugar en la mejor liga del mundo. Además, el ambiente que se respiraba alrededor de la competición me divertía enormemente. Pero lo echaría más de menos si todavía hubiese la posibilidad de volver a competir con Larry Bird, Michael Jordan... todos los viejos de mi generación.

P. Muchos de esos compañeros han optado por continuar en la competición, esta vez como entrenadores. ¿Veremos en el futuro a Magic en el banquillo de algún equipo?

R. No, no. No está en mis pensamientos ser entrenador. Me he convertido en un hombre de negocios, y eso conlleva muchas responsabilidades. Muchos puestos de trabajo dependen de mí y tengo que dedicarme al 100% a mi nueva ocupación. Sería muy difícil e irresponsable intentar compaginar ambas actividades. Sin embargo, creo que me sentiría más útil como presidente o propietario de un club.

P. ¿A qué se refiere?

R. Creo que el estar metido en la dinámica de los negocios y, además, saber al detalle cómo funciona el mundo del baloncesto, me capacita enormemente para desempeñar las labores de presidente o propietario de un equipo. Ésa, sí que es una opción válida.

P. Cuando anunció su enfermedad mucha gente le apoyó. Pero al querer volver a la competición, hubo compañeros que se negaron a jugar contra usted. ¿Notó mucha hipocresía en aquella época?

R. Sentí hipocresía en ese preciso momento. Cuando anuncié mi enfermedad recibí un gran cariño por parte de todo el mundo, y de pronto empezó a haber gente que ponía objeciones para jugar conmigo. Pero, poco a poco la situación se ha ido normalizando y ahora me siento muy feliz y agradecido por las muestras de apoyo de la gente. Mi experiencia sirvió, y todavía sirve, para acercar la problemática del sida a la sociedad. Con mi voz pretendo que la gente sea consciente de lo que significa realmente esta enfermedad, y evitar así la discriminación hacia los afectados. Ahora sabemos que ésto le puede suceder a cualquiera.

P. Usted volvió en dos ocasiones a la competición con los Angeles Lakers. Sin embargo, todo terminó en desilusión. ¿Qué fue mal?

R. Nada. Yo sentía que había dejado un ciclo abierto en mi vida y lo quería cerrar por completo. No estaba contento de cómo me había ido de las canchas y sabía que no estaría tranquilo hasta acabar mi vida deportiva en la NBA a mi gusto. A pesar de lo que puedan decir, no quería demostrar nada a nadie. Mi gran capacidad como jugador ya era una realidad desde hacía mucho tiempo. Cuando cerré esa parte de mi vida, simplemente me fui.

P. ¿Qué le parece el papel de Gasol en su debut en la NBA?

R. Nos ha impresionado a todos. Es muy habilidoso y tiene una gran capacidad de adaptación. Es buen pasador, corre bien, tira bien... Todo el mundo en la NBA sabe que Gasol es una gran estrella en potencia.

P. ¿Qué posibilidades tiene de ser el mejor rookie de la temporada?

R. Todas.

P. ¿Cuáles cree que pueden ser sus rivales más directos para lograrlo?

R. Mmmm...... déjame pensar. Es muy difícil decir uno, porque para mí es el favorito. Si al final el título es para otro, Gasol lo habrá perdido por algún fallo suyo. Ahora cuesta mucho pensar en alguien que pueda arrebatárselo.

P. Los 80 se convirtieron en la década del legendario Showtime de Magic y de los Lakers. ¿Cree usted que hoy sería un equipo competitivo en la NBA?

R. Claro que sí. Únicamente necesitaríamos adaptarnos a unos pequeños cambios del estilo de juego actual, pero nada más. La gente sólo se acuerda de que ganamos cinco anillos, pero estuvimos en 9 de 12 finales. Esto no lo ha conseguido ningún otro equipo. Durante esa época surgieron jugadores muy fuertes, no sólo en los Lakers. Mira Jordan, parece un chaval de 20 años.

P. ¿Le gusta que haya vuelto a la competición?

R. Me encanta ver como se desenvuelve tan bien entre los más jóvenes. Es la prueba perfecta de la mentalidad y la fuerza que desarrollamos nuestra generación de jugadores. Unos deportistas que escribimos una época dorada en la NBA y en la historia del baloncesto en general. Y eso me enorgullece.