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Reportaje:

La peseta se resiste

La dificultad para obtener euros causa trastornos en comercios valencianos en el segundo día de la nueva moneda

La peseta apura la recta final de una larga trayectoria. La rubia se resiste a desaparecer a pesar de que la suya es la crónica de una retirada más que anunciada. Ayer fue el primer día laborable de circulación del euro como moneda oficial y la Comunidad, más o menos amoldada a la coexistencia de dos oficialidades en otros ámbitos, retomó su actividad con una nueva variable. Su presencia era palpable. La jornada transcurrió con normalidad.

En el Mercado Central de Valencia una de las imágenes más repetidas era la de grupos de clientes que comentaban el valor de las monedas de euro que sostenían en sus manos. Había todo tipo de comentarios. Unos criticaban la convivencia de las dos monedas, otros apostaban por la creación de una pieza de 25 céntimos. 'La persona a la que se devuelve en euros quiere que se lo explique dos veces', comentaba Manuel, un vendedor del mercado. 'Entretiene un poquito', aseguraba. El pago en euros ralentizó un poco la actividad del comercio, que en el cualquier caso, continuó ayer viviendo mayoritariamente en pesetas. El público aún dispone de pesetas que quiere gastar y los comerciantes no tenían suficientes billetes de euro. El presidente de la Pequeña y Mediana Empresa Valenciana (Pymev), Vicente S. Sorio, explicó ayer que existe un 'desajuste logístico por parte de algunas entidades bancarias' que ha 'repercutido negativamente en el abastecimiento de euros' en las pymes del comercio y servicios. Sorio destacó que la carencia ha supuesto a los más pequeños 'una repercusión negativa sobre las ventas en comparación con estas mismas fechas en años anteriores'.

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Los comerciantes temían ayer su utilización como oficinas de cambio. La Confederación Empresarial de la Pequeña y Mediana Empresa Valenciana (Cepymev) explicó este temor por la dificultad del público de obtener billetes de la nueva moneda en las entidades bancarias y el hecho de que el mínimo que proporcionan los cajeros sea papel moneda de 20 euros. Cepymev estimó que ayer el 90% de los consumidores pagó en pesetas. El mismo porcentaje que cifró el director de explotación de Metro Valencia, Vicente Contreras. Esta empresa, según la Generalitat, se ha provisto de una cantidad de cambio en euros seis veces superior a la habitual. Por su parte, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) elevó el escueto 8% de viajeros que el martes pagó sus billetes en euros hasta un 20%. Renfe también detectó la resistencia de la peseta como forma de pago y destacó que muchos extranjeros, por el contrario, apostaron más por los euros.

La jornada transcurrió sin incidentes también en los supermercados, según la Asociación del sector en la Comunidad (Asucova), que también insistió en que los clientes pagan mayoritariamente en pesetas. La misma tranquilidad, y en muchos casos una ralentización en algunas operaciones, se vivió en las grandes superficies, según la patronal del sector, Anged.

En Alicante, el segundo día de vida del euro deparó largas colas de ciudadanos que se agolparon en buena parte de las entidades financieras para canjear moneda. El interés por abastecerse de euros contrastó con la escasa incidencia de su uso en las transacciones comerciales, según los comerciantes de la ciudad. Domingo Martínez, presidente de la Asociación de Mercados Municipales de Alicante, también coincidió en señalar que el 90% de los clientes efectuó su compra en pesetas. El comentario generalizado del público, señaló Martínez, fue que 'no comenzarán' a utilizar el euro hasta dentro de unos días. José María Albert, presidente del Colectivo por Alicante, manifestó que la jornada fue 'tranquila' aunque muchos pequeños comerciantes están desabastecidos de euros y están sufriendo trastornos al carecer de suficiente cambio ya que los bancos 'están dando la moneda con cuentagotas'. Afirmación ratificada por la Cámara de Comercio de Alicante, que constató problemas de abastecimiento. Según el órgano cameral, 'la peseta continúa presente en el 70% de los casos'. Muchos de los clientes efectuaron el pago con ambas divisas, pesetas y euro, extremo que 'complicó' las operaciones. Entre las anécdotas, Albert relató que 'hubo gente que pagó el café mitad en pesetas y mitad en euros'. El colectivo de taxistas de la ciudad percibió también 'cierta reticencia' a utilizar la nueva moneda. Durante el primer día nadie pagó en euros, y ayer su utilización fue mínima, señalaron.

La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) dispensó el lunes cinco millones y medio de euros, cantidad que, previsiblemente -al cierre de esta edición se desconcía la cifra real- fue ampliamente superada ayer, según la entidad. Antonio Gil, responsable de comunicación de Euro de la CAM, informó de que la media que reclama los clientes se cifra en 80 euros (13.310 pesetas). Fuentes de la entidad pronosticaron que el número de operaciones en cajeros automáticos alcanzarían las 200.000, frente a las 50.000 del primer día. El 90% de los 943 cajeros automáticos de la CAM dispensan desde el uno de enero dinero exclusivamente en euros y el resto serán adaptados progresivamente. Bancaixa, por su parte, explicó que sus clientes están utilizando en mayor medida las oficinas de la red para sus canjes de moneda. Las cifras de uso de tarjetas eran 'normales', según el director general adjunto de la entidad, Pedro Vázquez, quien considera que aumentará en los próximos días. Bancaixa aseguró que a última hora de ayer la mayor parte de sus 928 cajeros estarían adaptados al euro y hasta mediodía la entidad contabilizó en sus oficinas operaciones en la nueva moneda por 48.718.885 euros (algo más de 8.106 millones de pesetas).

En Castellón la mayoría de los ciudadanos también se resistió al uso del euro, según informa Miguel Ángel Campos. La moneda utilizada en las transacciones continuó siendo la peseta en los comercios y en los transportes públicos de la capital de la Plana, e incluso se dieron casos de desconfianza entre algunos de los consumidores, que se negaron a aceptar euros de vuelta. Fuentes de la empresa Renfe manifestaron que los pagos con billetes de euro en la estación de Castellón fueron mínimos. Situación similar en otros sectores del transporte, como en los taxis y autobuses públicos. Por su parte, el director comercial de Bancaja en Castellón, Juan Brut, aseguraba que las colas registradas el martes y ayer miércoles en las oficinas bancarias se produjeron 'más por curiosidad' que por la voluntad de hacer 'un uso inmediato de la moneda'. Asimismo, el secretario de la Pequeña y Mediana Empresa en Castellón, José Pascual Serrano, afirmaba que no se había producido 'ningún incidente reseñable' entre los pequeños empresarios por la llegada del euro y destacó el buen comportamiento de la mayoría en los redondeos que 'no se han producido al alza'.

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