Cohabitación pacífica entre el escudo y la nueva divisa en Portugal

El escudo y el euro cohabitaron en el primer día del año en Portugal sin grandes complicaciones. Excepcionalmente, el Banco de Portugal abrió ayer sus oficinas de Lisboa, Oporto, Évora, Castelo Branco, Vila Real, Braga, Viseu, Coimbra, Faro, Funchal y Ponta Delgada para facilitar el cambio de escudos a euros a pequeños comerciantes, ancianos y jubilados que, en el caso de Lisboa, tuvieron que soportar algunas colas para obtener la nueva moneda. No obstante, la mayoría de los bancos registró una afluencia moderada.

Fuentes oficiales del Banco de Portugal informaron de que, durante las nueve primeras horas de 2002, el 47% de los 8.800 cajeros automáticos distribuidos por todo el país registraron 106.000 operaciones en la nueva moneda y facilitaron 5,212 millones de euros, más de 1.000 millones de escudos. Las citadas fuentes confirmaron que, en los próximos cuatro días, todos los cajeros distribuirán la nueva moneda.

Peajes en escudos

Durante la primera noche del año, un 40% de los usuarios pagó los peajes de los puentes Veinticinco de abril y Vasco de Gama, en Lisboa, con escudos; otro tanto con tarjetas de crédito y sólo un 20% utilizó la nueva moneda. Los únicos problemas están surgiendo para las personas de avanzada edad, quienes, a pesar de tener un cambio muy fácil (1 euro son 200,48 escudos), encuentran dificultades para manejarse con las dos monedas.

El ministro de Finanzas, Guilherme de Oliveira Martins, reconoció que la transición inmediata para el euro, sin convivencia con la antigua moneda, sería más ventajosa y menos complicada para los comerciantes, pero explicó que los Gobiernos de la UE optaron por defender los intereses de los consumidores mediante la doble circulación hasta la retirada definitiva de las antiguas divisas. El responsable gubernamental informó de que el uso de las dos monedas no ha planteado grandes problemas de cambios en el país.