La rabia de Jordan
El alero logra 51 puntos dos días después de hacer su peor marca, seis
Dos días le han bastado a Michael Jordan para borrar su mancha en la NBA. Después de 866 partidos logrando más de diez puntos, el jueves sólo anotó seis ante el Indiana Pacers. Pero la estrella ya ha puesto las cosas en su sitio. El alero del Washington Wizards logró 51 en la victoria de su equipo (107-90) sobre el Charlotte Hornets. Dos encuentros, 57 tantos: 28,5 de media. Así de rápido y de fácil ha diluido Jordan la peor actuación de su carrera.
'Estaba seguro de que iban a echarme en cara lo viejo que soy [en febrero cumplirá 39 años]. Quería hacer una demostración de mi capacidad ofensiva. Ahora estoy seguro de que la gente va a decir que todavía puedo jugar al baloncesto', confesó. En su carrera profesional ha conseguido más de 50 puntos en 39 ocasiones. La última, en 1997, con el Chicago Bulls y precisamente ante el Washington. El mejor jugador de la historia ha regalado otro partido histórico a los aficionados: acertó en 21 de sus 38 lanzamientos y en nueve de sus diez tiros libres. Además, capturó siete rebotes y dio cuatro asistencias.
Jordan salió enfadado a la pista. Y ya se sabe lo que ocurre en estos casos. A los seis minutos había conseguido los 13 primeros puntos de su equipo. Luego, llegó un triple de Davis y 11 puntos más de la estrella. Un mate de su compañero Nesby puso fin al primer cuarto. El Washington vencía por 29-28 y sólo tres jugadores habían anotado. Los 24 puntos que logró en ese tiempo supusieron un nuevo record histórico para la franquicia. En el segundo periodo, 10 puntos más: 34 al llegar al descanso, otro record, batiendo la marca de Malone desde 1988. Así, hasta llegar al final con 51.
Ya lo advirtió su técnico, Doug Collins: 'Veo a Michael más feliz que nunca'. En el partido ante el Charlotte Hornets estuvo en la cancha una hora antes del inicio, bromeando con sus compañeros y rememorando sus andanzas en Chapel Hill, la ciudad de la Universidad de Carolina del Norte.
Jordan no ha dado la más mínima importancia a su pésima actuación ante el Indiana: 'Podía haber llegado a los diez puntos, pero no quise volver a la pista en el último cuarto, con el partido decidido, sólo para salvar mi marca'.
Meta seis puntos o 51, Jordan levanta pasiones allá donde va. La cancha de los Hornets, que apenas alcanza los 10.000 aficionados de media, llenó sus 23.799 localidades para verle. Cuando la estrella se disponía a lanzar tiros libres, detrás de la canasta unos pocos espectadores, intentaban en vano ponerla nerviosa. Eran la inmensa minoría. Los demás cogieron sus cámaras de fotos para recoger la instantánea de Jordan en la línea de personal. Cientos de flashes iluminaron aún más la cancha.
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