Una fundación recoge 300.000 firmas para que sea delito maltratar animales

La Fundación Altarriba de Barcelona ha reunido en tan sólo dos meses un total de 300.000 firmas en su campaña popular para lograr una modificación del Código Penal que comporte un endurecimiento de las penas para los autores de malos tratos contra los animales. Responsables de la fundación, que inició su campaña el pasado 2 de noviembre después que aparecieran mutilados 15 perros en la sociedad protectora de animales de Tarragona, creen que conseguirán el medio millón de firmas necesario para evitar que delitos como ése estén tipificados como una falta castigada con una multa de hasta 60.000 pesetas.

El presidente de la Fundación Altarriba, Pedro Luque, explica que el ritmo de firmas conseguidas hasta el momento 'es imparable, llegan cada día, por correo, por Internet'. La campaña, que en principio debía finalizar el próximo 15 de enero, se prolongará con toda seguridad hasta finales de mes para poder reunir el medio millón de firmas, requisito indispensable para que la reclamación se convierta en una iniciativa legislativa popular y sea discutida en Las Cortes.

Luque apunta que la reacción provocada por la crueldad de los actos ocurridos en la protectora de Tarragona ha sido 'muy positiva: las firmas llegan desde todas partes de España, de empresas en las que ha firmado la plantilla al completo, de hospitales y de particulares'. El presidente de la fundación se muestra optimista por la respuesta política que obtendrá la iniciativa popular, puesto que todos los partidos se han manifestado favorables al endurecimiento del Código Penal, que califica el maltrato a los animales como una falta susceptible de ser penada con multas de hasta 60.000 pesetas. El presidente se mostró tajante días después de la aparición en Tarragona de 15 perros con las patas delanteras mutiladas al asegurar que, a su juicio, los autores de semejante acción eran merecedores de penas de prisión.

Por el momento, la investigación sobre los hechos no ha ofrecido resultados, por lo que no se ha detenido a ningún sospechoso. La noche del 2 de noviembre unos desconocidos irrumpieron en la nave y, tras elegir a 15 perros, uno por uno los fueron colgando de un olivo y cortando las patas delanteras limpiamente por la primera articulación. Los perros que no murieron desangrados tuvieron que ser sacrificados.

La policía duda de la veracidad del testimonio de un joven toxicómano ingresado en el hospital psiquiátrico Pere Mata de Reus que se autoinculpó de los hechos, dado que resulta difícil creer que una sola persona fuera la responsable. De la lentitud de la investigación se muestra quejosa la presidenta de la protectora, Anna Duch, que teme su paralización y reclama más indagaciones. 'No estaremos tranquilos hasta que se detenga a los culpables. El pasado puente de la Constitución recibimos amenazas de que volvería a pasar. Aunque tengamos una alarma, tuvimos que reforzar la vigilancia los cuatro días. Al miedo se suma el alto coste de la seguridad privada', explicó ayer Duch, quien reclamó celeridad al Ayuntamiento de Tarragona para edificar la nueva nave que albergará a los 200 perros y gatos que están a su cuidado.