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Reportaje:

Un campeón de liga, en la obra

Antón, ex defensa del Valencia CF que ganó en 1971 el último gran título del equipo, trabaja en las obras del metro

Antón pertenece a la época del 'año de campeones'. El defensa del equipo de Alfredo di Stéfano conquistó la última liga del Valencia en la temporada 1970-1971. Hoy, a sus 57 años, su escenario vital es otro: trabaja a los pies del campo de Mestalla, pero como encargado de las obras del metro. Su turno: de ocho de la mañana a ocho de la tarde, como mínimo.

Todo tiene una explicación y, en este caso, la aritmética no falla. La ficha más alta que cobró Antón no rebasaba los dos millones de pesetas, cifra minúscula en el universo actual, donde las estrellas ganan miles de millones por temporada. El defensa celebra el nivel del fútbol de hoy y se siente afortunado con la manera de ganarse la vida. 'Durante un tiempo pude vivir del fútbol. Colecciono de aquel entonces el reconocimiento de los aficionados y el orgullo de haber ganado la última liga del Valencia. Pero quemada esa etapa, se empieza a otra', reconoce Antón sin complejos.

Tras agotar sus últimos días como jugador en Valladolid, emigró de nuevo a Valencia y montó un supermercado, una empresa de muebles y un restaurante. Sin embargo, el oficio de empresario no era lo suyo y optó por garantizarse el sustento con las manos, como empleado en la construcción. Al fin y al cabo, no era un territorio tan ajeno. Antes de dedicarse al fútbol, con 18 años y en las filas del Betis, heredó el oficio de carpintero de su progenitor.

Desde hace doce años su vida dio un nuevo vuelco gracias a los clientes de Dragados que acudían a su restaurante. Desde entonces ha encontrado 'sosiego' en la construcción. Este bilbaíno de nacimiento y gaditano de adopción se siente orgulloso de un oficio 'muy digno'. En su familia todos han salido adelante en su papel: El padre ejerciendo varias ocupaciones y jamás claudicando; sus cuatro hijos trabajando y 'estudiando sin perder comba', apunta Antón.

'Andrés y Toni son ingenieros industriales. Yolanda, enfermera y podóloga. Lorena está acabando arquitectura', explica un futbolista de pedigrí. 'Siempre me he sentido a gusto con lo que he hecho, porque he creído firmemente en lo mío y eso es lo importante. Incluso de la época de los negocios. Si introdujera todas las fases de mi vida en una coctelera, intentaría reproducir la misma combinación con idénticos ingredientes. Soy muy afortunado. Ahora estoy poniendo los cimientos para vivir la cuarta etapa. Veremos lo que nos depara', remarca.

Algunos de los chavales que acudían a Mestalla en la época de los 70 se extrañan al ver a Antón en la obra. Crecieron con los cromos de glorias como él y los cambiaban en los colegios. Antón sigue entrenando al fútbol a menor escala en la Escuela Craks, junto con otros compañeros de equipo como Abelardo, Jara y Waldo.

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Este año el equipo amateur que entrena Antón ha subido de primera regional a preferente. De nuevo la óptica del acoplamiento para Antón: 'El marco es mucho más pequeño, pero la alegría que sentimos con el ascenso fue la misma que experimenté cuando ganamos la liga con el Valencia o cuando conseguimos subir de categoría con el Betis, equipo en el que nací como futbolista'.

Insiste Antón en la importancia de adaptarse a las circunstancias con bravura, y de trasladar el germen de campeón a todas las 'etapas' de la vida. No importa que se haga con las piernas o con las manos. Por eso para todos seguirá siendo Antón, aunque su carnet lo identifique como Antonio Martínez Morales.

El antiguo defensa del Valencia CF Antón, ante el estadio del Mestalla y la obra del metro, en la que trabaja ahora.
El antiguo defensa del Valencia CF Antón, ante el estadio del Mestalla y la obra del metro, en la que trabaja ahora.TANIA CASTRO

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