Saura vuelve al musical con 'Salomé'
Aida Gómez protagoniza la película, que el director también llevará al teatro en enero
El director aragonés Carlos Saura retorna al género que mayores éxitos le ha dado, el musical, con Salomé, una película con tintes de documental en la que se entremezclan la música flamenca, la oriental y la sinfónica. La idea surgió de la bailarina Aida Gómez, protagonista del filme, que convenció a Saura para que dirigiese la versión teatral de la legendaria historia pasional, y éste, entusiasmado con el proyecto, finalmente lo ha llevado también al cine. El próximo 25 de enero, la compañía de Aida Gómez debuta con el espectáculo teatral en el Palacio de Festivales de Santander, y habrá que esperar hasta septiembre para su estreno en la gran pantalla.
Tras su decidido paso por el musical con Bodas de sangre, Carmen, Sevillanas, Flamenco y Tango, Carlos Saura (Huesca, 1932) realizó dos películas que rozaban el surrealismo: Goya en Burdeos y Buñuel y la mesa del rey Salomón. Pero su pasión por el género musical, que le ha proporcionado cinco galardones en el Festival de Cannes y dos nominaciones a los oscars, ha hecho que retorne a este género con Salomé, su 35º largometraje. El rodaje, todo en interiores y con Aida Gómez y su compañía como intérpretes, terminó ayer en un hangar de los alrededores de Madrid.
Salomé narra, a través de la danza, la tragedia bíblica vivida en Galilea cuando una joven pide por despecho la cabeza de un hombre como precio de un baile suyo. Una historia que recogen los evangelios y de la que escribió Oscar Wilde.
'Me llamó Aida para que hiciese una versión teatral de Salomé y me pareció una idea sugestiva. Conversamos sobre ello y trabajamos los textos. Y pronto se unió al proyecto el coreógrafo José Antonio Ruiz, al que conocí en Bodas de sangre, mi primera película musical', contó ayer en rueda de prensa Saura. José Antonio Ruiz compartió su labor con su trabajo en la compañía andaluza de baile. 'Existía la historia pero no en el ballet ni en música y eso es angustioso', contó ayer Ruiz.
'Luego hablamos con Roque Baños, una persona con mucho talento, con el que ya había trabajado en Goya en Burdeos y Buñuel y la mesa del rey Salomón', continuó Saura. El director y el compositor pensaron entonces que tenía que ser una música basada en el flamenco. 'Pero como la historia es oriental no debíamos perder esa música. Queríamos que en algún momento pudiese aparecer e incluso mezclarse', señaló Baños. 'Y hay también una parte importante de música sinfónica para los momentos más dramáticos', agregó. Además, para darle a la música un carácter más 'genuino', contaron con la ayuda de Tomatito.
Aida Gómez, quien se considera 'un animal de teatro', se asustó cuando Saura le propuso convertir también el espectáculo en cine, aunque reconoció la importancia que para un artista supone saber que te van a ver miles de personas. La ex directora del Ballet Nacional aprovechó para agradecer 'a la red de teatros privados y públicos que sin ver el espectáculo nos hayan contratado. Ya tenemos gira por toda España'.
Documental ficticio
La primera parte de la película es un documental, de ficción, que recrea los ensayos y debates sobre el montaje de ballet y en el cual el actor Pere Arguillé representa el papel de director. 'Pero el director no está inspirado en mí', asegura Saura, 'no me gusta hacer autobiografía'. Y la segunda parte recoge la coreografía entera, creada por Aida Gómez y José Antonio Ruiz con música original de Baños y del guitarrista Tomatito y con vestuario de Pedro Moreno.
El coreógrafo ha tenido que realizar adaptaciones, más que variaciones del baile, para la cámara de cine porque la perspectiva del público es distinta desde una butaca del teatro. Imágenes que apasionan tanto a Saura que, como él mismo confiesa, 'a veces hago repetir una escena por el simple gozo de volver a ver el baile'.
Sudor y talento
Zebra Producciones, la productora de Antonio Saura, hijo del director, está dispuesta a producir, tras Salomé, que ha costado 1.835.000 euros (305 millones de pesetas), otra película de su padre: Amor de Dios. 'Es el nombre de una academia de baile que había en la calle Atocha y que ahora lleva una escuela moderna', explica Carlos Saura. 'Quiero contar la historia del antiguo edificio de varias plantas, en el que se daban clases de flamenco, danza del vientre, boxeo...', añade el cineasta muy ilusionado con el proyecto. 'Revivir el espíritu de ese centro de trabajo. De esa casona que olía a sudor, pero en la que había mucho talento'.
El largometraje es hasta el momento tan sólo un proyecto. 'No he escrito aún el guión, tengo tomadas notas, así que no sé cuándo rodaré', afirmó el director.
Babelia
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