Detenida una pareja en Murcia por la muerte de una menor en Holanda
La pequeña, de 5 años, fue descuartizada
La investigación policial para esclarecer el caso de la niña de Nulde, la menor holandesa de cinco años Rowena Klaartje, desaparecida el pasado mes de agosto en Rotterdam (Holanda) y cuyos restos han ido apareciendo horriblemente mutilados y esparcidos para dificultar su identificación, ha concluido con la detención en pleno centro de Murcia de la madre de la niña, Wanda Rikkers, de 25 años, y su actual pareja, Michael Jansen, de 32. Este último cuenta con antecedentes penales por robo, tráfico de estupefacientes y fraude a la seguridad social, y fue expulsado de la academia de formación de policías urbanos en Holanda por razones no aclaradas.
La pareja pasó ayer a disposición judicial después de prestar declaración ante los agentes policiales desplazados desde Holanda. Según fuentes próximas al caso, la madre de la pequeña sufrió una crisis nerviosa nada más conocer el motivo de su detención. El juzgado ordenó ayer su ingreso en prisión y se espera que en los próximos días el caso sea trasladado a la Audiencia Nacional para tramitar su extradición a Holanda.
La detención de la pareja se produjo como consecuencia del seguimiento que la policía española, en colaboración con la holandesa, hacía sobre la furgoneta con matrícula holandesa en la que viajaban los detenidos junto con la hermana menor de la víctima, Rochelle Rikkers, de dos años. La pequeña permanece acogida por los servicios de la Comunidad de Murcia a la espera de que la justicia española y la holandesa determinen si puede volver a su país con su padre biológico, Martin Huisman, a quien le fue retirada la patria potestad a favor de la madre, ahora detenida por su presunta implicación en el asesinato.
Huisman, de 35 años y camionero de profesión, ofreció ayer una rueda de prensa en Murcia para expresar su deseo de que la justicia 'haga ahora su trabajo' y le permitan regresar a Holanda con su hija de dos años.
Restos dispersos
El caso de la niña de Nulde ocupa las principales páginas de sucesos de los medios de comunicación holandeses desde que a finales de agosto fuera hallado el tronco de una niña cerca de la playa de Nulde, en Holanda. Posteriormente, el día 30 del mismo mes, se encontró una cabeza, también correspondiente a una niña, cerca de Hoek Van Holland, con el rostro desfigurado por el corte y despojamiento de la piel, realizado con cuchilla tipo cutter, bisturí u objeto similar, según informó ayer la policía.
Los últimos restos de la pequeña Rowena, una de las manos a la que habían cortado las yemas de los dedos, fueron hallados por la policía holandesa el pasado 13 de septiembre en un canal de la localidad de Harderwicjk.
Según prosigue el relato policial, la macabra actuación de los asesinos, descuartizando el cuerpo, serrando la cabeza y las extremidades y eliminando los rasgos faciales y digitales, perseguía eliminar todo dato de la niña asesinada para evitar que fuera reconocida como hija de la detenida. La identificación ha sido posible gracias a la dentadura, por un lado, y a una investigación sobre las niñas desaparecidas en Holanda.
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