La presidenta de UA dimite a los tres días de su elección

Tan sólo tres días después de su nombramiento como nueva presidenta de Unidad Alavesa (UA), Marta Saldaña presentó ayer su dimisión por 'razones personales'. La empresaria vitoriana, desconocida hasta ahora en el mundo de la política, resultó elegida durante el V Congreso de la formación foralista celebrado el pasado fin de semana. Sustituyó a José Luis Añúa, uno de los fundadores del partido, en lo que se presuponía una 'importante' renovación interna. Así lo había anunciado el secretario general, Pablo Mosquera, quien continúa en el cargo. Mosquera recibió ayer tarde la renuncia de Saldaña, quien aduce entre sus razones 'cuestiones familiares ocurridas en las últimas 72 horas' que hacen imposible su continuidad.

Según señalaron a Efe fuentes próximas a Saldaña, ésta se dio cuenta poco después de su nombramiento de que no podía desempeñar correctamente su cargo. Por eso ha preferido dimitir lo más rápido posible para 'evitar perjuicios que pudieran producirse' más adelante, y lo hace, según explica a Mosquera en su carta de dimisión, 'desde la responsabilidad y afecto que muestro ante tu formación política' y sabiendo que 'no influirá en el futuro del partido'. Marta Saldaña hará públicos hoy en una rueda de prensa los motivos concretos de su dimisión.

Unidad Alavesa ha visto en los últimos años cómo ha descendido notablemente su masa electoral. En estos momentos, forma parte de los gobiernos de las dos principales instituciones de la provincia, el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación alavesa, aunque su representación no aporta mayorías. En el consistorio tiene dos concejales, mientras que en las Juntas Generales cuenta con otros tantos representantes. En las últimas elecciones locales, en 1999, perdió más de la mitad de votos, además de quedarse sin algunos de sus dirigentes por una escisión producida durante la anterior legislatura.

A ello se suman sus problemas actuales para encontrar cargos públicos. En los últimos meses han salido de la dirección algunos de sus miembros, como el vicesecretario general Francisco Probanza, amenazado por ETA.