De las culpas de las juntas municipales

- Una fogata en plena calle, no pasa nada. 'El otro día circulaba en coche en dirección a mi trabajo, en plena ciudad, y vi a dos albañiles a pie de obra', cuenta Romualdo. 'No se les había ocurrido otra idea más feliz que la de prender una fogata con bastidores de madera de embalar', explica. 'La fogata que montaron era tan grande que el barrio entero se llenó de humo y las llamas ponían en peligro la propia seguridad de los albañiles. Me parece que ya pasa de castaño oscuro que se tolere todo a la gente que se pone un casco en la cabeza', dice enojado. 'Con aquella humareda, pusieron en peligro a todos los que respiraban en el barrio, amén del riesgo de que ardiera incluso Troya', agrega. Y formula una convicción: 'Ya está bien de tanto irresponsable, sea de alta o baja responsabilidad, ninguno de ellos es tolerable'.

- Por Aranjuez. 'Soy de Aranjuez y no sé muy bien para qué va a servir la declaración de mi ciudad como Patrimonio de la Humanidad', confiesa Lorenzo. 'Lo normal sería que la ciudad atrajese más inversiones, resultara mejor cuidada y la gente estuviese más contenta', dice, 'pero no sé por qué razón creo que la declaración no va a implicar ninguna novedad. Tal vez me paso de pesimista', admite, 'pero es tan raro que los políticos en este país nuestro nos den alguna noticia realmente buena, a corto, a medio y a largo plazo...'.

- Leña a las eléctricas. 'Las compañías eléctricas han demostrado su falta de vergüenza con los recientes y simultáneos acontecimientos registrados en Barcelona y en Madrid a propósito de los cortes súbitos de fluido', afirma Ana. 'Vivo en una urbanización de Villalba y estoy harta de los cortes que vengo sufriendo, pero ahora veo que no tienen recato en extenderlos a otras zonas incluso de la propia ciudad de Madrid. Seguro que actúan en comandita, para forzar otro tarifazo, como si durante todos estos años no se hubieran puesto las botas con nuestro dinero de la tarifa mensual. Exijo a las autoridades que aten corto a las eléctricas, porque no se merecen, por el momento, otro trato. Que inviertan dinero, que para eso lo amasan a manos llenas', sentencia.

- Infancia para los niños. 'Es verdaderamente importante que los niños tengan infancia', explica una lectora de nombre Lorena. 'Si las condiciones de vida obligan a un niño a responsabilizarse demasiado pronto de tareas propias de adultos y ese niño no juega, ni se divierte irresponsablemente durante su infancia, cuando sea mayor podrá convertirse en un ser desalmado, angustiado por las preocupaciones, obseso del orden y del control mental de los otros', detalla. 'Como psicóloga debo sugerir a todos los padres, madres y tutores de Madrid que cuiden de que sus niños sean, verdaderamente, niños, y que disfruten plenamente de su infancia, para que un buen día puedan ser adultos responsables, comprensivos con los demás niños', concluye.

- La culpa es de las juntas municipales de distrito. 'Aquí todo el mundo echa la culpa al Ayuntamiento de lo que sucede en esta ciudad', comenta Andrés, 'pero muy pocos se dan cuenta de que buena parte del caos que Madrid sufre tiene su foco en las denominadas juntas de distrito'. Y prosigue: 'Desde las malditas zanjas hasta las podas salvajes y las agresiones contra inmigrantes que venden mercancía en la calle, pasando por las ordenanzas y su observancia o vigilancia, son los concejales-presidentes, convertidos en verdaderos señores feudales, los que convierten esta ciudad en un escenario indigno de ser vivido. Por todo ello', propone, 'pido que ese descontrol de los presidentes de juntas de distrito termine de una vez por todas y que se sometan ellos y su gestión al control y la autoridad de un consejo de vigilancia democrática que podría, si el Ayuntamiento funcionara mínimamente bien, tener su sede en el pleno municipal'.

- Madrid, hoy, poco europea. 'Madrid es una ciudad en la que se nota más bien poquito la cosa europea', sostiene Leonor. 'Antes teníamos más entusiasmo pero ahora esta ciudad está amuermada. Creo que la Comunidad y el Ayuntamiento bien podrían hacer algunas campañas paneuropeas, no sólo relacionadas con el dichoso euro, sino con la solidaridad, la música o el arte, que son vehículos mucho mejores para hermanar a los europeos en un proyecto capaz de entusiasmarnos a todos al menos un poco. Da pena que un proceso que ha costado tanto a nuestros padres pase ahora sin pena ni gloria a nuestro lado', subraya.

- Salven a los burritos. 'El otro día vi en un recinto veterinario de la Complutense dos burritos', relata Sonsoles, 'y me dio mucha pena que estos animales se encuentren en trance de desaparecer. No hacen daño a nadie y son muy currantes. ¿Habría alguna posibilidad de que algún departamento de Medio Ambiente o de fauna se hiciera cargo de su protección y expansión en Madrid?', pregunta.