Un informe denuncia la acción de escuadrones de la muerte en Chechenia
El Ejército ruso es el principal acusado
Los órganos de seguridad y los militares rusos han formado escuadrones de la muerte para hacer desaparecer a aquellos chechenos sospechosos de ser separatistas, tener simpatías por los guerrilleros o ser parientes de combatientes independentistas. Así lo denunciaron ayer Tatiana Kasátkina y Oleg Orlov, dirigentes del Centro de Defensa de Derechos Humanos Memorial. Ambos subrayaron que se ha producido un cambio de actitud por parte de la fiscalía, que ahora se muestra dispuesta a colaborar con éste y con otras organizaciones para tratar de poner fin a los abusos y las prácticas ilegales de los soldados en Chechenia.
Las desapariciones de chechenos tienen lugar, la mayor parte de las veces, durante las llamadas 'operaciones de limpieza': los militares bloquean una determinada aldea o barrio de una ciudad y proceden a identificar a la población. Después de terminada la operación, se llevan a algunos chechenos que simplemente desaparecen y, a veces, sus cadáveres aparecen más tarde con huellas de torturas. Un caso: tras la desaparición de ocho chechenos durante una operación en Urús Martán, cuatro de ellos fueron encontrados enterrados junto a la base militar de Jankalá.
En la noche del 8 al 9 de diciembre, un grupo de militares entró en la casa de Ajmet Dukúzov, de 60 años, al que echaron fuera, junto con sus familiares, incluidos los niños, después de lo cual dinamitaron la casa. El pecado del sexagenario checheno consistía en que un sobrino suyo está buscado por los militares como miembro de las guerrillas separatistas. También hicieron volar por los aires el hogar de Uvaís Jazúyev, en Alján-yurt, y quemaron las casas de Musá y Lom-alí Yunúsov, de la misma aldea. Los militares se llevaron a los dueños de las casas. El jueves pasado, junto al pueblo de Chernorechie, fueron encontrados siete cuerpos de habitantes del distrito de Urús Martán, entre ellos los de Musá -la cabeza por un lado, una mano por otro- y Lom-alí, con heridas de bala y de bayoneta.
Centros secretos
Durante una de las últimas 'limpiezas' realizadas a principios de diciembre fueron detenidas 60 personas. Dos fueron abandonadas en las afueras de la aldea, tras ser golpeadas brutalmente; más lejos, dejaron a otras cinco. En los días siguientes fueron apareciendo más detenidos, pero 18 seguían desaparecidos. Memorial denunció el hecho ante el fiscal de Chechenia, que al poco tiempo anunció que todos habían sido liberados, además de otras dos personas detenidas en una operación anterior. Los chechenos eran mantenidos en sótanos en la aldea de Reguita, distrito de Nozhái-yurt, en el lugar de emplazamiento de una división militar. Hasta ahora los militares y las autoridades rusas negaban que existieran centros de detención secretos e ilegales como al que fueron llevados los detenidos en Avturí. El fiscal ha incoado una causa contra los militares, lo que significa un gran progreso.
Durante esas 'limpiezas', los militares se dedicaron al saqueo de las casas: se llevaron televisores, radios y todo cuanto les pareciera de valor. Además, exigían dinero para no llevarse detenidos a los jóvenes.
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