Un salto de fe en Laeken

Los líderes de la Unión Europea recobraron el ánimo en la cumbre de Laeken y decidieron lanzar una convención constitucional de escala global, con el objetivo de recabar propuestas para reformar radicalmente las instituciones de la UE de forma que se asegure que la unión es capaz de hacer frente a la ampliación (...) sin convertirse en algo ineficaz y antidemocrático. Los líderes de la UE desean además que la unión sea algo relevante para los ciudadanos. No tendrá una tarea fácil la convención. (...) La ampliación de la UE es políticamente algo esencial y ya va retrasado. Exportará estabilidad y prosperidad a la Europa oriental y del sur y apuntalará la democracia y el respeto por los derechos humanos en estas zonas. Sin embargo, no tendrá éxito a menos que las instituciones de la UE sigan siendo eficaces. (...) Una parte importante del reto será cómo racionalizar y simplificar las estructuras de la UE sin perder la capacidad de acomodar las diversas identidades y celosas soberanías de los Estados miembros. El avance firme hacia una mayor integración europea hace más necesario que nunca el control democrático de la toma de decisiones de la UE. El acuerdo sobre la euroorden es un gran paso, ya que implica el reconocimiento mutuo de los sistemas judiciales de los países miembros. (...) Dos principios deben presidir todo el proceso futuro: que sea sencillo, y que sea abierto. El resultado final debería ser una UE que provea a los estados actuales de valor añadido, y no de excesiva regulación e interferencia. Otra cosa nunca sería popular.

Londres, 17 de diciembre