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El Consistorio desmantelará la 'sucursal' de Las Barranquillas en Villa de Vallecas

La policía reforzará la vigilancia en el asentamiento, cercano a un parque infantil del distrito

Ni las autoridades municipales ni las policiales están dispuestas a ver crecer Las Barranquillas (Villa de Vallecas), el mayor hipermercado de droga de la región. Por ello, el edil del distrito se reunió ayer con los comisarios de Puente de Vallecas y de Villa de Vallecas y diversos mandos de la Policía Municipal para acabar con la sucursal que los narcotraficantes de Las Barranquillas han abierto a pocos metros del casco urbano del distrito, y que la policía ya ha desalojado dos veces. Las autoridades han acordado una estrategia conjunta para derribar el nuevo asentamiento.

El nuevo foco marginal de Villa de Vallecas apenas cuenta con diez infraviviendas que, además, sirven de puntos de venta de droga. Decenas de toxicómanos pasan por este lugar cada día, porque les resulta mucho más facil que ir al poblado de Las Barranquillas, situado a unos dos kilómetros de la boca de metro más próxima, la de Villa de Vallecas.

El nuevo asentamiento está ubicado en pleno casco urbano del distrito de Villa de Vallecas, apenas a 200 metros del intercambiador de Sierra de Guadalupe, donde llega el metro, varios autobuses y trenes de Cercacías.

Este nuevo asentamiento comenzó a despachar droga ya en agosto. La zona registra desde entonces un creciente tránsito de toxicómanos. Los responsables políticos y policiales no quieren que la situación se les vaya de las manos y que alcance las cifras de Las Barranquillas, donde acuden cerca de 3.000 drogadictos a diario.

El Ayuntamiento tomó hace meses medidas contra el creciente tráfico de drogas en el nuevo asentamiento. Levantó un muro e instaló una verja metálica para bloquear el acceso al poblado y así aislarlo.

Pero no ha sido suficiente. En la noche del jueves, parte del muro fue derribado a patadas y la verja metálica fue cortada para abrir el paso. Los operarios lo reconstruyeron en la mañana del viernes y ayer seguía en pie.

El concejal presidente del distrito de Villa de Vallecas, Ángel Garrido, del PP, está dispuesto a zanjar la cuestión de raíz y ayer anunció su intención de desmantelar el poblado 'de inmediato, esta misma semana', según afirmó.

Estrategia coordinada

Para ello convocó una reunión urgente con los comisarios de los distritos de Villa de Vallecas y Puente de Vallecas y varios responsables de la Policía Municipal. En esa cumbre acordaron la estrategia a seguir para acometer el derribo del asentamiento de forma coordinada y sin riesgos para los empleados municipales, que tirarán las chabolas y quitarán las tiendas de campaña.

Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid afirmó que 'todo está ya listo para acometer el desmantelamiento'. 'Además, vamos a reforzar la presencia policial en la zona como medida disuasoria para erradicar el tráfico de droga', añadió.

Garrido agregó que, para acometer el derribo, el Consistorio no requiere de autorización judicial alguna debido a que se trata fundamentalmente de un asentamiento de tiendas de campaña.

El Ayuntamiento ya derribó hace unos cuatro meses las casas que había en el lugar, ruinas de una vieja vaquería. Las casas ruinosas amenazaban con convertirse en importantes puntos de venta de heroína y cocaína, situados en pleno casco urbano de Villa de Vallecas, separados por las vías del tren de un parque infantil y de bloques de viviendas, entre ellos la colonia Urpisa. 'He visto a camellos entrar con bolsas en el poblado para abastecer a los que venden en las tiendas de campaña y las chabolas', afirma Carrión Chaves Palomo, de la asociación vecinal La Colmena.

'Tuvimos que pedir autorización en agosto al Consorcio de Valdebernardo, propietario de los terrenos, donde ha surgido este nuevo foco de venta de droga, para derribar las casas deshabitadas que allí había, porque comenzaban a ser utilizadas como infraviviendas y puntos de narcotráfico', explicó Garrido.

Ahora, unas siete tiendas de campaña y un par de chabolas han vuelto a surgir sobre las ruinas de esas casas, escondidas en una arboleda que pertenecía a la vaquería. El Consistorio y la policía ya han desalojado el poblado dos veces, según Garrido. 'En ninguna de esas actuaciones ha habido problema alguno. Se les requirió que abandonaran la zona por su cuenta y así lo hicieron, sin enfrentarse con la policía', subraya el concejal presidente.

Pero ahora el Ayuntamiento tiene planeado derribarlo todo. 'Vamos a pedir a los toxicómanos que abandonen el poblado de forma voluntaria, por las buenas', advirtió Garrido. 'Trataremos de que esta vez el desmantelamiento sea el definitivo y el poblado no vuelva a surgir', comentó.

Los vecinos de las asociaciones Ahora y La Unión, de Villa de Vallecas, y La Colmena, del barrio de Santa Eugenia, habían denunciado en diversas ocasiones, sin mucho éxito, el nuevo brote de venta de droga en la zona, tanto en la junta municipal de distrito como en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía.

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