La ciudad que sueña el PGOU

Año 2056. Enero. Jorge acaba de cumplir 54 años. Es ingeniero aeronáutico y trabaja en una empresa de desarrollo de nuevas tecnologías aeroespaciales en San Nicolás, frente a la pista antigua del Aeropuerto de Sevilla. Jorge nació, se crió y estudió su carrera universitaria en la capital hispalense. Hizo prácticas de trabajo en el parque tecnológico Cartuja 93, hoy convertido en un recuerdo junto al casco histórico de lo que a finales del siglo XX y principios del XXI fue la tercera revolución industrial.

Jorge vive en el Aljarafe, va a trabajar en metro y los domingos baja al casco histórico junto a su mujer y sus tres hijos, ya mayores de edad, para pasear por el sistema de parques públicos que ocupa las riberas del río Guadalquivir, desde Santiponce hasta Gelves y la nueva esclusa del puerto. Por la tarde, tras almorzar en alguno de los restaurantes situados en la zona de ocio y turística de la dársena histórica del río, van al cine a las viejas salas del centro comercial Puerto Triana.

Año 2001. Diciembre. Manuel Ángel González Fustegueras, director de la oficina de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y Rafael Carmona, delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, dibujan la ciudad en la que Jorge desarrollará su vida.

Jorge y la gente de su generación habitarán ese escenario si lo que por ahora son sólo sueños, nada más que ficción, llega algún día a ser realidad.

El dibujo de esa ciudad soñada, pendiente aún de lograr el consenso político y, luego, de conseguir financiación para la ejecución de los proyectos diseñados, empieza a vislumbrarse ya en el documento avanzado por Fustegueras y Carmona la pasada semana: Oportunidades y estrategias para la ordenación urbana-territorial de Sevilla.

El documento articula el diseño de la nueva ciudad en torno a siete grandes pilares de actuación: nuevas infraestructuras viarias y de transporte, multiplicación de los espacios verdes, regeneración de barrios deprimidos, liderazgo del casco histórico, recuperación del cauce histórico del Guadalquivir como eje vertebrador de la ciudad, vinculación con el área metropolitana y fomento de actividades económicas ligadas a las nuevas tecnologías.

- Infraestructuras. El PGOU propone pasar del actual modelo radial de accesos viarios a la ciudad a un esquema de malla o red. Para ello se establecen dos nuevos pasos sobre el Guadalquivir, uno al norte a la altura de Santiponce y otro al sur entre Gelves y Bellavista, y dos nuevos accesos a Sevilla, uno desde el norte, por San Jerónimo, y otro desde el este, con una variante de la A-92. En cuanto a actuaciones concretas dentro del casco urbano, se señalan varias nuevas avenidas y prolongación de algunas ya existentes, de entre las que destaca la que ocuparía el espacio liberado por el soterramiento de la línea ferroviaria entre Tiro de Línea y Carretera de Su Eminencia, en la zona sur. En este paquete de infraestructuras se incluye la ya prevista ronda urbana SE-40.

- Transportes. El plan apuesta por el transporte colectivo con base en cuatro ejes: la red de metro, en la que se propone alguna modificación como la llegada de la línea 1 a la estación de Santa Justa y su conexión con Plaza de Armas; el anillo ferroviario de cercanías, al que se le añaden cuatro nuevos apeaderos; la creación de grandes intercambiadores de transporte público en Santa Justa, Puerta Jerez, Prado de San Sebastián y Plaza de Armas; e incluso una ambiciosa red de carriles bici urbanos y metropolitanos.

- Zonas verdes. La oficina de revisión del plan quiere diseñar un sistema de espacios libres, de zonas verdes, que debe ser la otra cara de la ciudad, la cara amable, la del peatón y del ciclista. Para ello se dibujan dos grandes parques metropolitanos, uno ocupa toda la dehesa de Tablada y el otro se ubica en las riberas del río Guadaíra entre Sevilla y Alcalá. Dentro del entramado urbano, el plan diseña un gran anillo verde al norte, en el entorno de Miraflores; otro al este, entre Polígono Aeropuerto y Palmete; la ampliación hacia el noroeste del parque del Alamillo; y la ubicación de una zona verde y de equipamientos en el recinto en el que que actualmente se instala la Feria de Abril.

- Nuevas actividades económicas. La estrategia del plan en este campo pretende el fortalecimiento del empresariado local, la incorporación de Sevilla a la nueva revolución tecnológica, el reforzamiento del sector turístico, la revitalización de las áreas industriales existentes, y la oferta de suelos adecuados en cuatro zonas (al norte, en la salida de San Jerónimo; en San Nicolás, frente al aeropuerto; al sur del aeródromo; y al norte del corredor industrial de la carretera de Alcalá de Guadaíra).