Por amor a las plantas
Tres profesores malagueños dedican su ocio a divulgar la riqueza botánica de la provincia
Cuando Ernesto y Arturo Fernández Sanmartín y Juan Antonio Valero van a Madrid en tren, las plantas del jardín tropical de la Estación de Atocha les dicen papá. Las conocen a todas como si las hubieran parido porque fueron los encargados de seleccionar las especies que lo componen.
Estos tres profesores de instituto de Málaga, biólogos, son también los corresponsables de la primera guía exhaustiva para caminar -'no digas hacer senderismo, es horrible'- por la provincia de Málaga, Por los caminos de Málaga, que se publicó en 1994, y de otras publicaciones memorables para los aficionados a la botánica, como Flora ornamental de Málaga, Árboles notables de Málaga, o el recién editado Por las montañas de Málaga (Primtel), obra del grupo con el que salen de excursión.
También son fundadores y colaboradores activos de la Asociación de Amigos del Jardín Botánico de la Concepción, una joya del patrimonio malagueño que ahora enseñan con orgullo a sus alumnos, compañeros y asociaciones de padres de sus institutos. Todo a cambio de una cosa: el placer de estar en contacto con las plantas.
Ernesto y Arturo, hijos de un profesor de Ciencias Naturales, mamaron el amor a la botánica. 'Siempre hemos veraneado en La Rioja, y salíamos mucho al campo. Teníamos libros de botánica, hablábamos de plantas en casa. Al final, los hermanos nos hicimos biólogos y nuestra hermana, farmacéutica', explican. Juan Antonio Valero dice que su verdadera vocación eran los peces. 'Mi destino se truncó por culpa de Arturo, que me convenció para sacar las oposiciones a profesor de instituto', bromea.
Su instinto de divulgación les llevó a elaborar 'una guía casera para alumnos' sobre los mejores ejemplares de plantas ornamentales de la ciudad. El librero malagueño Francisco Puche les convenció de que lo convirtiesen en libro.
Eso fue en 1988. Poco después, alguien que tenía referencias de ellos les llamó para una empresa ambiciosa del Ayuntamiento de Madrid que no llegó a ver la luz, la reconstrucción del desaparecido jardín palaciego de Felipe II en la Casa de Campo. 'Fue una tarea preciosa, porque fuimos mirando con lupa un par de pinturas antiguas del jardín para identificar las especies que lo componían', explica Ernesto. El proyecto se quedó sin realizar por problemas económicos, pero su labor les valió ser requeridos poco después para el diseño botánico del jardín tropical de Atocha.
También parques como el de La Paloma, en Benalmádena, o el jardín andaluz de la Cueva de Nerja llevan parte de la sabiduría de estos tres profesores, que no se plantean dedicarse profesionalmente a la botánica. 'Una vez lo comentamos, pero nosotros, que no hemos ganado dinero con esto, nos permitimos lujos que no están al alcance de un profesional, como tomarnos todo el tiempo del mundo'. Lo hacen por amor al arte. Al de la madre naturaleza.
Actividad constante
A Ernesto Fernández Sanmartín se le han juntado dos presentaciones de libros en menos de una semana. Los dos tienen el verde como protagonista, pero por lo demás se trata de obras completamente distintas. El viernes pasado presentó Historias de las plantas de Málaga, (Ediciones del Genal) un bellísimo librito atractivo para niños y mayores, ilustrado y maquetado con mimo por el arquitecto, fotógrafo y diseñador José Fernández Oyarzábal, pensado para despertar la curiosidad del espectador ante objetos tan familiares como las biznagas de jazmines -el típico adorno floral malagueño-, los seretes de higos y hasta los gusanos de seda y las hojas de morera que devoran. El segundo libro, Por las montañas de Málaga (Primtel), editado con la colaboración de Turismo Andaluz, es una obra colectiva de 13 amigos que se ha ido gestando a lo largo de decenas de fines de semana invertidos en excursiones por la provincia de Málaga. Su hermano Arturo y Juan Antonio Valero están también entre los muchos padres del libro. 'Al contrario que los músicos, que empiezan tocando en un grupo y terminan intentando una carrera en solitario, nosotros hemos descubierto que es mucho más divertido sumar, y hemos hecho un equipo cada vez más numeroso', explica Valero. Esta guía es una suerte de continuación de la muy celebrada Por los caminos de Málaga, editada también por Primtel, pero, como su nombre indica, se centra en las cumbres de la provincia. Contiene 40 minuciosos itinerarios para hacer excursiones, con una rica descripción de la geología, la botánica y la fauna de cada pico. Pero no cesa ahí, ni mucho menos, la actividad del trío. También han explorado juntos un patrimonio muy poco conocido: las minas abandonadas de la provincia, aunque aún no saben qué harán con el material. 'Nos resistimos a publicarlo porque nos parece una auténtica barbaridad invitar a la gente a que se meta en pozos y galerías, pero algunas son bellísimas', explica Arturo. Mientras deciden qué hacer, siguen curioseando y asesorando a todo el que les pregunta algo sobre plantas. Sin descanso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.