BUSCAN A JACK

La banda de Jack ha actuado de nuevo en la península surafricana del Cabo, y ha movilizado a las juntas de autodefensa de las aldeas de Scarborough y Kommetjie, cercanas al cabo de Buena Esperanza. Lo malo de esta horda de cacos, que entran en las casas por ventanas mal cerradas, no es lo que roban -siempre comida-, sino los muebles y electrodomésticos que destrozan cuando son pillados in fraganti y no saben cómo escapar. También asaltan a los turistas que dejan el automóvil abierto o a los que caminan por el monte con mochilas llenas de merienda. A estos 'ladrones' la policía no los detiene, a pesar de operar a cara descubierta. Los protege la ley. Tanto Jack, nombre que dan en la península del Cabo al jefe de esta temida banda, como sus secuaces son parte de los últimos babuinos que quedan en las sierras de este apéndice austral de África, descubierto en 1487 por el navegante portugués Bartolomé Díaz. Cuando el comportamiento de alguno de estos monos es demasiado audaz y agresivo, la guardería del parque se encarga de eliminar físicamente, con mucho dolor de corazón, a los que representan ya un peligro público. Los babuinos machos son primates del tamaño de una persona, pero mucho más fuertes, que se mueven en clanes bien organizados y jerarquizados.-