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Esperando a Comisiones

El sindicato optó por el PSOE al ser el único que garantizaba una mayoría del mismo color en El Monte y San Fernando

'¡Ah!, oye, Isidoro. Y que estas Navidades no se te olvide mandarme el jamón'. Esta frase podría forma parte de una conversación entre amigos, propia de estas fechas. Podría, pero no lo es. Así fue como se despidió el secretario de Organización del PSOE, Luis Pizarro, la última vez que Isidoro Beneroso pisó, allá por febrero, la sede regional socialista, cuando aún se intentaba una salida pactada para las cajas de ahorros de Sevilla. Nunca han sido amigos ni se han intercambiado jamones, pero fue la ocurrente, surrealista y gaditana manera de Pizarro de decirle al aún presidente de El Monte que había cruzado un punto de no retorno.

En aquella reunión, Beneroso y el todavía presidente de la caja San Fernando, Juan Manuel López Benjumea, exigieron que el proceso de renovación fuera parejo al de la fusión, en contra de la ley de Cajas de Ahorro aprobada por el Parlamento. Fue el principio del fin de una batalla que terminó al filo de las diez de la noche del pasado jueves, cuando PSOE y Comisiones Obreras sellaron un acuerdo que les garantiza el control de las dos entidades.

Los socialistas exigieron a CC OO la firma el jueves por la noche para evitar sorpresas

El episodio final de la batalla con Beneroso y Benjumea empezó a clarificarse para los socialistas hace dos semanas, en la elección de los impositores de Caja San Fernando. Para entonces, el PSOE ya se había asegurado ocho representantes en el futuro Consejo de Administración de El Monte y contaba con sumar también el octavo en San Fernando al lograr uno de los cuatro representantes de los clientes. Un resultado que le dejaba a sólo un sillón de la mayoría absoluta en las dos cajas. Pero los posibles socios en El Monte y San Fernando eran distintos y, a primera vista, incompatibles.

En un lado (El Monte), la única alianza factible era con CC OO (dos sillones); desde el primer momento, el PSOE descartó al representante del PA, coto cerrado de Alejandro Rojas-Marcos, presidente de los andalucistas y socio fiel de Beneroso. En el otro lado (San Fernando), los socialistas tenían de su parte a UGT (un sillón). Pero las relaciones entre los dos sindicatos eran pésimas. En junio, en el proyecto de fusión de los dos presidentes (frustrado por los socialistas) Comisiones había suscrito un generoso pacto laboral con ambos, del que había quedado excluido UGT. Al PSOE se le presentaba un escenario muy complejo, en el que había muchas posibilidades de que Beneroso, apoyado en PP y PA, infligiera a Manuel Chaves su primera derrota desde 1990.

El PSOE logró en San Fernando el octavo representante que preveía. Pero, por sorpresa, una candidatura de clientes avalada por CC OO consiguió otro en el terreno de UGT. 'Con ese representante, supe enseguida que nos iban a dejar tirados', confesó un dirigente ugetista. De repente, los socialistas tuvieron la opción de negociar con una sola fuerza la mayoría absoluta en El Monte y San Fernando y no albergaron ningún reparo en concederles su principal petición: la aplicación del acuerdo laboral que habían firmado con Beneroso y López Benjumea.

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'Salvo los límites de la humillación, en el pacto con CC OO cabía todo', admite una fuente del PSOE. Tras algunos contactos previos, la noche del pasado miércoles, los negociadores de Comisiones y los del PSOE (Luis Pizarro y la vicesecretaria general, María del Mar Moreno) se reúnen en el hotel Occidental para concretar los puntos y comas del compromiso. Es una reunión que se prolonga hasta la madrugada del jueves.

A las 16.30 de ese día, se retoma la reunión y la cuestión se centra en los futuros presidentes. Comisiones asegura que habló de 'perfiles', mientras que el PSOE dio los nombres y apellidos. A las siete y media la negociación está a punto de estallar. CC OO e IU hablan de 'ruptura', mientras que los socialistas lo describen como un 'receso'. ¿El motivo? El candidato propuesto por el PSOE para presidir El Monte: el ex consejero Antonio Pascual. Una apuesta personal de Chaves, quien tras la inesperada salida del primero del Gobierno andaluz en la etapa de la pinza (1994-96), le encargó en la legislatura pasada proyectos políticos de envergadura. Para San Fernando la persona propuesta era el viceconsejero de la Presidencia, Alfredo Pérez Cano, otro hombre de confianza de Chaves.

Fueron momentos de nervios en todos lados. Pizarro y Moreno se trasladaron al Parlamento para comunicar a Chaves las objeciones del sindicato, cuyos representantes niegan que vetaran a Pascual - les daba igual si ocupaba la presidencia de San Fernan-do-, sino que el nombre de José María Bueno Lidón, también lanzado por el PSOE, encajaba mejor con el 'perfil' propuesto para El Monte, donde CCOO ha tenido que emplearse a fondo para convencer a sus afiliados de la bondad del acuerdo con los socialistas. Tampoco en el PSOE Pascual era bien visto, ya que aún le reprochan su dimisión en la etapa de la pinza.

También sobre esa hora, estaban citados en la sede de El Monte, Beneroso, el secretario general del PP, Antonio Sanz, el secretario general del PA, Antonio Ortega, y miembros de la candidatura de impositores afín al primero. Comisiones nunca ocultó al PSOE que mantenía abierta la otra línea de negociación.

Entre medias, hubo llamadas de IU al PSOE alertando de una posible presión desde la vicepresidencia segunda del Gobierno sobre la federación de banca de Comisiones; y algunos temores personales de dirigentes de IU sobre el futuro del acuerdo: 'Después de esto, nos quedamos con nuestro pactito', se oyó decir a un miembro de la coalición.

Tras la reunión con Chaves, Pizarro y Moreno se trasladaron al hotel Macarena, para comunicar el cambio de Pascual por Bueno Lidón y la exigencia de que el pacto se firmara esa misma noche, como así fue.

En la intrahistoria de estos días queda la posición del PSOE sevillano, donde hubo debates internos sobre los aspirantes, aunque el líder de la agrupación, José Caballos, siempre dejó claro que apoyarían a los que señalara Chaves. Se barajaron, aunque nunca en la negociación, los nombres de José Dorado y Enrique Abad, alcaldes de Utrera y La Rinconada, respectivamente, y el de la consejera de Justicia, Carmen Hermosín. La dirección regional rechazó los dos primeros al no reunir el perfil profesional buscado ni ser hombres de confianza de Chaves. El de Hermosín, sí concitaba el segundo requisito, pero abría una crisis de Gobierno y, lo que es más importante, un movimiento en la lista del PSOE por Sevilla. La habría sustituido un dirigente de Los Verdes y con la precaria mayoría parlamentaria del Gobierno, la opción ni siquiera se tuvo en cuenta.

Y queda por saber qué pasó en el otro bloque. Comisiones mantiene que los contactos con los que respaldaban a Beneroso fueron fluidos hasta principios de semana. Si todos (PP, PA, PSA e impositores) votaban juntos podían lograr una mayoría estable en las dos cajas. Pero, el martes el interlocutor directo de los andalucistas con Comisiones, Miguel Ángel Arredonda, un hombre de Rojas-Marcos, dejó paso a Antonio Ortega. Hasta entonces, el sindicato estaba persuadido de que el PA apoyaría en las dos cajas a Beneroso y Benjumea. Pero el martes Ortega les dice que la intención del partido es votar en El Monte junto a Beneroso y en San Fernando junto al PSOE. El miércoles, CC OO comunica a PP, PSA e impositores que ése no era el trato y pide una reunión conjunta, al tiempo que retoma la negociación con el PSOE.

La reunión para convencer a Ortega, remiso a ir de la mano del PSA de Pedro Pacheco en San Fernando, se fijó para la tarde del jueves en El Monte. CC OO no tenía previsto firmar acuerdo alguno con nadie hasta el viernes, pero el PSOE le dio todo lo que pedía a cambio de una firma inmediata y el sindicato, receloso de la endeblez de los andalucistas, no tuvo argumentos para negarse. Sanz, Beneroso y Ortega se quedaron esperándo a los dirigentes sindicales y con sólo una pregunta en los labios: '¿Dónde está Comisiones?'.

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