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Columna
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Hornillo

Una vez recluido Andrés Pedreño en la telaraña de Universia, y confinado Eliseu Climent en su propio atolón psíquico, al PP no le queda más oposición activa que el puñado de conductores del parque móvil de la Generalitat atrincherados en la Consejería de Economía desde hace unos 40 días. Ahí está el punto más caliente de la política en estos momentos para el Gobierno valenciano, muy por encima del bloqueo norteamericano a las naranjas y de otros asuntos de este mundo. O por lo menos ésa es la impresión, puesto que el aparato del Consell se emplea contra ellos con la misma contundencia que les apretó las clavijas a los dos primeros. El episodio del jueves pasado, en el que la presencia de un hornillo en el encierro desencadenó una serie de situaciones berlanguianas (época Azcona) que movilizó a medio Gobierno y culminó en la comisaría y el juzgado, informa hasta qué punto el PP ha encontrado su particular Tora Bora en este reducto de sindicalistas que pretende mejorar su situación laboral mediante esta protesta sin que la autoridad propicie un marco de negociación. Despropósito al que cabría añadir el alboroto de ayer (14-D), cuando un grupo de representantes sindicales trataba de solidarizarse con los protagonistas del encierro y entregarles un microondas, pero fue disuadido con una carga policial sin paliativos que se saldó con un ameno repertorio de hematomas y contusiones en ambos bandos, y un mostrador de mármol partido. De todas las expresiones de oposición habidas durante el sexenio popular, ésta, con la de Pedreño y Climent, es la que más energía ha absorbido del depósito de combustible del PP. Al partido gobernante sólo le gustan las oposiciones cogidas por las partes, átonitas y en espiral de derribo intestino (PSPV), o caricaturiazas por abuso de la propia pose (EU) y despobladas y achuchadas por las cuentas contraídas (UV). A las oposiciones con un foco de calor en la raíz (la metáfora del hornillo, que iba a ser emplazada por la del microondas) las combate con todos los medios a su alcance, que son todos.

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