Cine y menores
Como respuesta a la carta publicada el día 4 de diciembre sobre los menores en el cine tengo que comentar que, como empleado de cine que soy, nosotros no tenemos la más mínima posibilidad de controlar la afluencia de los menores a las salas. Esto se debe a que en España, ya sea para bien o para mal, lo que existe es una recomendación, nunca una prohibición. Debido a esto cuando realmente incumpliríamos la norma sería si no permitiéramos la entrada de los niños a las salas, sea como sea la película y vengan o no acompañados.
De todas maneras, esta señora tiene razón, porque uno más de una vez se ha tenido que morder la lengua para no tener que decirle nada a más de un padre desconsiderado. Por citar sólo dos ejemplos: el de un padre que metió a su hija a ver la película Lucía y el sexo (película de calidad incuestionable, pero con escenas altamente explícitas) a las 12.30 horas de la noche, y la que más me indignó, un padre que insistió a meter a su hijo de seis años a ver La zona gris, una película sobre los campos de concentración nazis, con cantidad de escenas que demuestran con toda crudeza y detalle todo lo pasado allí.
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