El dinero presiona al alza

Los inversores españoles han estado toda la semana pendientes de la evolución de la crisis en Argentina, ante la creciente posibilidad de que el país llegue a la suspensión de pagos y a la devaluación de su moneda. La situación de los grandes valores españoles con intereses en la zona -SCH, BBVA, Repsol YPF y Telefónica- volvió a ser delicada, aunque en esta ocasión han superado el bache sin contratiempos.

Otra noticia que los inversores no pasaron a valorar fue la drástica revisión a la baja en las estimaciones de crecimiento económico para el año próximo efectuada por el Gobierno. Del 2,9% inicial se ha pasado al 2,4%, cifra que tampoco convence a los inversores, más inclinados a aceptar otras previsiones que sitúan el crecimiento del PIB por debajo del 2%.

Los problemas puntuales volvieron a quedar en un segundo plano ante un dato que llegaba de Estados Unidos. La Asociación Nacional de Gestores de Compras anunció que el índice de noviembre para el sector servicios había superado los 50 puntos, con una ganancia de más de 10 sobre el mes anterior. Ese dato podría indicar que en algunos aspectos ya se está tocando fondo, aunque lo habitual es que se produzcan fuertes altibajos en los indicadores, al igual que sucedió al inicio de la crisis.

La respuesta del mercado español ha sido muy positiva, con una subida del 4,04% en el Ibex 35 en el conjunto de una semana, en la que hubo una jornada de fiesta y dos sesiones con resultado negativo. La Bolsa española se ha sumado así a la corriente dominante, que consiste en obviar las malas noticias y valorar puntualmente las buenas.

Este peculiar comportamiento de los mercados ha encontrado una buena respuesta entre los inversores y el volumen negociado ha comenzado a situarse con facilidad en torno a los 2.000 millones de euros.

La facilidad con que el dinero ha comenzado a acudir a la Bolsa española está directamente relacionada con la aproximación de los índices al nivel de apertura anual. En la jornada del miércoles, el índice general de la Bolsa de Madrid estaba a menos del 2% de ese nivel y el Ibex 35 mostraba una pérdida de menos del 4% en el año.

En la jornada de cierre, las cosas volvieron a cambiar al superar las previsiones el dato del desempleo en Estados Unidos en el pasado mes de noviembre. La tasa de paro se situó en el 5,7%, tres décimas por encima de octubre. Al tiempo, el jueves se anunciaba una caída de la productividad, un indicador al que Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, concede gran importancia.