El empuje y el toque hacen tablas
Sevilla y Athletic empatan un gran partido en el que volvió a brillar Reyes
Sevilla y Athletic de Bilbao empataron anoche un partido vistoso, emocionante y cargado de goles. El empuje de los locales y el toque de los visitantes fueron puestos al servicio del espectáculo, que salió ganando. Los aficionados, pese al chasco del empate en el último minuto, salieron del campo tras disfrutar de un gran encuentro disputado por dos equipos de primera.
Además de al espectáculo, el escaso público presente en el Sánchez Pizjuán asistió al crecimiento de un gran futbolista, Reyes, que amagó su aparición en pretemporada y que nació definitivamente hace dos semanas con un gol espectacular ante el Valladolid. Reyes metió ayer dos goles, disfrutó de varias ocasiones más y demostró el acierto de la decisión de Caparrós de, por ahora, dejar a Nicolás Olivera, sentado en el banquillo. El delantero uruguayo, que disputó toda la segunda parte, no aportó nada al juego de su equipo mientras su joven relevo fue decisivo en la buena imagen dada por el Sevilla aunque, al final, no sirvió más que para retener uno de los tres puntos en juego.
SEVILLA 3| ATHLETIC 3
Sevilla: Notario; Njegus, Javi Navarro, Pablo Alfaro, David; Gallardo (Prieto, m. 73), Podestá (Olivera, m. 46), Casquero, Fredi; Reyes y Moisés (Toedtli, m. 83). Athletic de Bilbao: Lafuente; Felipe (Carlos García, m. 44), Lacruz, Óscar Vales, Javi González; Tiko, Orbaiz, Alkiza, Yeste (Ezquerro, m. 62); Urzaiz y Etxeberría. Goles: 1-0. M. 48. Moisés culmina una jugada ensayada. 1-1. M. 53. Etxeberría bate a Notario tras dejada de cabeza de Urzaiz. 2-1. M. 57. Reyes recibe en profundidad, recorta a Lafuente y chuta casi sin ángulo. 2-2. M. 66. Urzaiz bate de cabeza a Notario tras saque de falta. 3-2. M. 70. Reyes resuelve un barullo en el área del Athletic. 3-3. M. 93. Ezquerro, en un barullo en el área. Árbitro: Esquinas Torres. Mostró tarjeta amarilla a los sevillistas Podestá y Olivera; y a Felipe, Alkiza y Orbaiz entre los visitantes. Incidencias: Unos 20.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.
El otro punto que salió ayer del césped del Sánchez Pizjuán fue para un Athletic de Bilbao que apostó por el fútbol elegante, pleno de buen trato al balón, por el que el equipo vasco ha apostado esta temporada. El Athletic, con ese estilo, encerró al Sevilla en su área en una primera parte que arrancó, sin embargo, con el equipo vasco asfixiado por el empuje de los sevillistas y amenazado por la tremenda velocidad de Reyes. El joven delantero andaluz puso a prueba los muchos nervios de la defensa vasca en los primeros minutos de partido. Sus carreras para romper el fuera de juego y los balonazos que Moisés cazaba al vuelo al borde del área hicieron pensar en que el Sevilla volvería a amarrar los puntos que se disputan en su casa.
Los aficionados empezaron a barajar dudas al respecto cuando, en el minuto nueve, el interior derecho Gallardo falló una de esas ocasiones que, desaprovechadas, provocan que las victorias se desvanezcan. Solo ante el portero, ya dentro del área grande, su disparo se estrelló contra el cuerpo de Lafuente.
Aunque tardó en desperezarse, el Athletic lo hizo brillantemente. Al borde del primer cuarto de hora de juego, la pelota disfrutó dos minutos del buen trato que Orbaiz, Alkiza y los demás empezaron a darle. En el minuto 16, Notario arrebató a Yeste de los pies un bonito pase en profunidad de Urzaiz que cerraba una serie de innumerables pases entre los rojiblancos. Al poco, Etxeberría disparó fuera una pared realizada con Urzaiz, que se convertía en pilar del ataque del Athletic de Bilbao.
El toque vasco volvió a dar lustre al encuentro en los últimos diez minutos del primer tiempo. En el 33, Javi González disparó un balón desde muy lejos que salió rozando el poste. Y fue así, sometido a presión, angustiado por el dominio del Athletic, cuando el Sevilla volvió a disfrutar de buenas ocasiones. Primero fue Casquero quien disparó fuera un balón que enganchó al borde del área. Luego, Moisés no acertó a encajar de cabeza en la red un centro claro que Gallardo le ofreció desde banda izquierda.
El goleador sevillista sí dio en la diana al poco de arrancar la segunda parte. En el minuto tres, al delantero disparó a puerta desde el área grande tras una jugada ensayada en una falta sacada por Fredi y marcó gol. El balón, tras tocar en un defensa, despistó a Lafuente tanto como para colarse en la red pegado al palo derecho del portero vasco.
El partido se puso precioso con el empate del Athletic, que respondió fielmente al patrón de juego del ataque vasco. Un pase desde la banda izquierda fue cabezeado por Urzaiz desde la frontal del área para que el rápido Etxeberría burlase a la defensa sevillista e hiciese gol con un buen disparo dentro del área.
Nada cambió en la actitud sevillista. Fieles a su fe, a su empuje y a su carácter, los jugadores entrenados por Joaquín Caparrós se rehicieron del golpe recibido y volvieron a la carga. Pablo Alfaro, líder de una defensa que ayer brilló a gran nivel, dio un paso adelante, cruzó el centro del campo y ofreció a Reyes un gran pase en profundidad que el canterano aprovechó para marcar gol tras driblar a Lafuente.
La electricidad dominó toda la segunda parte. Fruto de ese ambiente, llegó el segundo empate del Athletic de Bilbao. En otro ejercicio de carácter, Urzaiz convirtió en gol con su acertada cabeza una falta sacada por Tiko.
No se vayan todavía, una y más. Sin dejar lugar a los aficionados a asustarse o preocuparse por la nueva igualada en el marcador, el Sevilla volvió a ponerse por delante aprovechando el retorno del nerviosismo a la defensa vasca. Moisés agarró un saque de banda en el área grande y pasó atrás el balón. Reyes, inexplicablemente solo frente a Lafuente, agrandó su incipiente fama con un sencillo disparo a bocajarro.
De ahí al final, el partido bajó un poco su ritmo, aunque quedó todavía mucha velocidad, mucho coraje y mucha emoción. Moisés pudo sentenciar definitivamente cuando mandó fuera un balón solo ante Lafuente. Y Ezquerro estuvo a punto de empatar por enésima vez con un balón brillantemente cedido por Urzaiz con el pecho en el área.
Ezquerro, el veloz jugador vasco, ayudado de nuevo por Urzaiz y, esta vez, por un claro fallo defensivo, saldó su cuenta pendiente con Notario con un gol en el tercer minuto de descuento que dejó helados a los aficionados sevillistas pero que hizo justicia en un gran partido en el que empuje y toque pugnaron por demostrar que son la vía correcta para triunfar en la Liga.
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