El 307 es el más amplio, cómodo y seguro

Peugeot 307 2.0 HDi XS El 307 es el mejor ejemplo de los nuevos familiares polivalentes: línea moderna con mucha altura y las ruedas pegadas a las esquinas. Y una imagen sólida, con formas redondeadas y buena presencia.

Parece un coche más grande porque tiene un tacto más sólido y consistente que sus rivales. Además ofrece una buena estabilidad: se agarra bien y balancea poco en las curvas. Sólo acusa el peso en las zonas viradas, con unas reacciones menos ágiles. Pero da siempre más sensación de aplomo y robustez, sobre todo en autopista. El motor 2.0 HDi de 110 CV corre algo menos que los del Fiat y el Ford y es menos brillante que el último. Responde con elasticidad desde bajo régimen, pero se estira sólo hasta poco más 4.000 vueltas y sube de revoluciones con menos nervio y rapidez. Sin embargo, tiene un cambio bien escalonado y unos mandos rápidos y precisos.

El más amplio, elegante y desahogado: facilidad de acceso, mucho espacio delante y detrás, y huecos para cada cosa. Destaca por su moderno salpicadero, pero el asiento trasero no se mueve como el del Fiat, aunque se abate por partes. El maletero es grande y bien organizado. También es el mejor acabado por dentro: buenos materiales con tonos alegres y atractivos en plásticos y tapicerías. Pero sobre todo es el más cómodo para viajar, tanto por suspensiones como por sonoridad: absorbe los baches sin que se noten y hace muy poco ruido.

El mejor de los tres. Viene de serie como las berlinas exclusivas: seis

airbags,

ABS y ESP (control de estabilidad). Tiene un comportamiento sólido, estable y seguro.

Resulta más caro (3.236.208 pesetas), pero también más completo. Es la versión de prestigio del 307 y, aparte del equipo de seguridad, incluye aire acondicionado, radiocasete-CD, ordenador de viaje, volante regulable en altura y distancia, cuatro elevalunas eléctricos, filtro de partículas... En cambio gasta algo más: menos de siete litros a ritmos tranquilos y poco más de ocho en ciudad y conducción rápida. Fiat Stilo 1.9 JTD 5p. Dyn. La carrocería cinco puertas del Stilo tiene más altura que la de tres y está pensada para el uso familiar. Su línea es muy moderna y destaca por sus detalles de diseño y originalidad.

La mentalidad familiar del Fiat se nota en las suspensiones, más cómodas, aunque menos enérgicas y consistentes. Se acusa en la estabilidad, menos eficaz: se nota más el peso y las inercias en las curvas, y tiene una dirección sensible y poco precisa. Pero el motor 1.9 JTD (115 CV) resulta brillante y muy progresivo: empuja con fuerza desde 1.000 vueltas y sube hasta 4.500 con alegría. Y frena con firmeza. Sin embargo, tiene un tacto de conducción (cambio, pedales...) algo esponjoso y menos exacto que sus rivales y resulta menos agradable de conducir.

Casi tan amplio como el 307, con un interior muy práctico, más modulable y lleno de huecos para objetos: cajones bajo los asientos delanteros, tres guanteras, grandes bolsas en las puertas. Destaca el asiento trasero regulable en longitud e inclinación, que es su mejor baza: permite ampliar el espacio para las piernas en las plazas traseras o la capacidad de un maletero bastante grande, según las necesidades del momento. Además está bien acabado por dentro y utiliza plásticos y tapicerías aparentes. Las suspensiones no cansan en los viajes. Sólo la insonorización deja percibir más el sonido diésel del motor y tiene unos asientos incómodos y con el respaldo duro, que sujetan poco.

Casi tan completo como el 307, pero con ESP opcional (79.865 pesetas). Viene de serie con ABS y seis

airbags,

incluidas las cortinas hinchables. En cambio, tiene un comportamiento dinámico menos ágil y consistente.

Cuesta 2.923.402 pesetas, algo más caro que el Focus y 300.000 más barato que el 307. Pero tiene la mejor relación precio / equipamiento y es el que menos gasta: no llega a seis litros a ritmos suaves y se mantiene por debajo de ocho en conducción rápida y tráfico urbano. Además de los elementos de seguridad, incluye de serie climatizador, radio-CD, ordenador de viaje, cuatro elevalunas eléctricos y asientos traseros regulables en longitud, entre otras cosas. Ofrece una garantía de dos años. Ford Focus 1.8 TDCi 5p. Más veterano, pero muy al día. El Focus fue el pionero de los nuevos polivalentes: más altura que los modelos antiguos (1,44 metros) y menos que los nuevos. Pero tiene una línea sólida, deportiva y futurista.

La mejor estabilidad. Gracias a las medidas compactas de la carrocería pesa 100 kilos menos y es más ágil y eficaz. Tiene unas buenas suspensiones, apenas balancea en las curvas y responde casi con la deportividad de un GTI. Además de frenar muy bien, es el más fácil y divertido de conducir, aunque con un cambio impreciso. El motor también corre más y tiene mucho nervio: responde con fuerza desde 1.600 vueltas y se estira con rapidez hasta 4.500. El tacto es tan fino que cuesta notar que es un diésel.

El diseño interior sigue siendo moderno, aunque con menos soluciones prácticas que sus rivales: asientos fijos y pocos huecos. Las plazas delanteras son amplias, pero atrás hay menos altura y espacio para las rodillas. En cambio, el maletero es como el del 307. Por lo demás, está bien acabado, con plásticos de calidad y un estilo sencillo, agradable y moderno. Es cómodo y el motor se oye poco, aunque deja notar más los ruidos de rodadura.

El equipo de seguridad es justo: cuatro

airbags

y ABS. Y no se puede completar con los

windowbags

y el ESP (sólo versiones de gasolina). Pero ofrece el comportamiento dinámico más eficaz.

El más barato (2.750.361 pesetas), pero también el menos completo. Aparte de las carencias en el equipo de seguridad, no incluye de serie aire acondicionado (165.000 pesetas), equipo de música y elevalunas traseros eléctricos. Sumando estos elementos, cuesta como sus rivales. En cambio, gasta casi tan poco como el Stilo, apenas seis litros a ritmos legales y menos de ocho en conducción rápida y ciudad.