Los políticos se dieron la espalda

La numerosa representación social que ayer acudió al viejo palacio de la Carrera de San Jerónimo tapó la hostilidad manifiesta que invade a los políticos y, singularmente, al PP con respecto a nacionalistas, socialistas e IU y viceversa. No se vio entre los centenares de asisentes que acudieron a la invitación de la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, que junto a la titular del Senado, Esperanza Aguirre, saludaron y charlaron con centanares de personas, una escena en la que conversaran políticos de diferente signo. El presidente del Gobierno, José María Aznar y el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se mantuvieron a una distancia física considerable. Sólo cinco ministros acudieron a la fiesta. Cristobal Montoro, ministro de Hacienda, Juan José Lucas, de Presidencia, Pilar del Castillo, de Educación, Jesús Posada, de Administraciones Públicas y Pío Cabanillas, portavoz. El presidente de la comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, fue el único jefe de gobierno autonómico que asistió. Sí asistieron los ex presidentes del Ejecutivo Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo y el ex presidente del Congreso Félix Pons. El PNV y EA no acudieron y sí varios representantes de CiU, encabezados por su portavoz, Xavier Trias que acusó a Aznar de 'mofarse de los nacionalismos y romper el consenso constitucional'. El líder de IU, Gaspar Llamazares, lamentó que Aznar 'quiera expulsar de la Constitución a los que quieren mejorarla'. Este aniversario llega 'muy mal', dijo Joan Saura, portavoz de Iniciativa per Catalunya, porque el presidente 'defiende lo contrario al espíritu de consenso'. La representación diplomática, militar, de las instituciones constitucionales y el mundo cultural y artístico vivió ajena a este mar de fondo crispado de la política.