Tráfico compra 1.150 cámaras y 40 radares láser para 'cazar' infractores
Los accidentes graves y los muertos en carretera descienden un 7%
La Dirección General de Tráfico ha echado mano de las nuevas tecnologías para aumentar la vigilancia y el control de las infracciones a partir del año que viene, en el que entra en vigor la nueva ley de Tráfico. Por lo pronto ha comprado 40 radares con tecnología láser para cazar a quienes corren más de la cuenta y va a dotar a los motoristas de la Guardia Civil con 1.150 cámaras fotográficas digitales 'para la toma de imágenes como prueba en diligencias', con un presupuesto de 1.200 millones. Y desde enero, 300 agentes patrullarán en solitario en coches dotados de sistemas para grabar en vídeo sus actuaciones y las conversaciones con los conductores.
Las nuevas medidas para el control del tráfico fueron puestas de largo ayer durante el pleno del Consejo Superior de Tráfico y Seguridad de la Circulación Vial, encargado de elaborar anualmente el llamado Plan Nacional de Seguridad Vial. Las medidas que este plan contempla entrarán en vigor a partir del 1 de enero.
La novedad más visible se apreciará cuando salgan a vigilar autovías y autopistas las nuevas patrullas unipersonales de la Guardia Civil. Un total de 300 guardias engrosarán este dispositivo, que supone un primer paso en el divorcio de las parejas agentes de la Agrupación de Tráfico. 'Teníamos que aumentar el número de agentes en tareas de control y eso no era posible con los viejos sistemas, por lo que se ha optado por esta modalidad, que se utiliza en Estados Unidos', afirmó Carlos Muñoz-Repiso, director general de Tráfico. La medida se ha tomado, según fuentes del Ministerio del Interior, para no disparar el presupuesto.
Los agentes de tráfico que patrullarán en solitario cambiarán la moto por vehículos de cuatro ruedas dotados de sofisticados sistemas tecnológicos. 'El programa comienza a modo de ensayo, que se va a extender durante dos años', precisó Muñoz-Repiso. Los divorciados patrullarán sólo en horario diurno, en autovías y autopistas, nunca en carretera de un solo carril por sentido, y su pareja siempre estará cerca y conectada para que, en caso de peligro, puedan prestarse apoyo mutuo.
Los coches llevarán sistemas de vídeo y audio, protegidos o blindados, para grabar la actuación del agente y las conversaciones que mantenga con el conductor. Estos agentes dispondrán también de algunas de las 1.150 cámaras fotográficas digitales adquiridas con el fin de que sirvan para tomar pruebas en diligencias de tráfico. 'Si los guardias de Tráfico obtienen rápido las pruebas de un siniestro y vuelven rápido a su misión de control y vigilancia, aumentará la seguridad', según Muñoz-Repiso.
La otra gran novedad serán los 40 unidades de control de velocidad basadas en sistemas láser denominados Lidar (Light Detection and Ranging), que se sumarán a los radares de microondas que ya pueblan las carreteras. El nuevo radar dispara un rayo a baja frecuencia que permite distinguir entre varios blancos en situaciones de tráfico denso y a gran distancia, y puede operar de noche con un moderno sistema de iluminación. Una de sus virtualidades es que, debido a su baja frecuencia, escapa a los sistemas antiradar instalados en muchos vehículos para eludir los controles de velocidad. El Lidar puede conectarse a cámaras fotográficas y de vídeo y elaborar imágenes tridimensionales.
El objetivo de éstas y otras medidas del plan es reducir la siniestralidad, según Ana Pastor, subsecretaria de Interior. En lo que va de año, los accidentes graves han descendido casi un 7%. A estas alturas del año pasado, se habían contabilizado 3.335 accidentes en los que habían fallecido 3.908 personas, otras 2.001 habían quedado gravemente heridas y 2.051 sufrieron lesiones leves. Hasta el 31 de noviembre pasado, se habían registrado 3.112 accidentes (223 menos) con 3.661 fallecidos (247 menos), 1.832 heridos graves (169 menos) y 1.676 leves (375 menos).
Campaña de 'persecución' del móvil
La nueva ley de Tráfico prohíbe el uso del teléfono móvil convencional durante la conducción, una costumbre que se ha extendido entre los automovilistas, ignaros de que llevar el teléfono pegado a la oreja provoca tantos accidentes como conducir muy bebido. Por ello, el director general de Tráfico, Carlos Muñoz-Repiso, anunció ayer 'una campaña de persecución del teléfono móvil en los coches para sancionar a quien no atienda la ley'. Además, va a invitar a las policías municipales a actuar en la misma línea sancionadora. 'Las ciudades son escuelas de infractores porque si alguien habla por teléfono conduciendo en ciudad acaba haciéndolo en carretera', agregó.
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