El sector cerámico teme una crisis por el conflicto en Israel

La patronal cerámica Ascer, que dirige Fernando Diago, observa con preocupación el recrudecimiento del conflicto entre israelíes y palestinos y su posible extensión al resto de países de Oriente Próximo. Esta área geográfica es la tercera en importaciones de productos cerámicos, por detrás de Europa y Norteamérica, y las consecuencias de una crisis podrían ser catastróficas para uno de los sectores cruciales en la economía valenciana y capitales para Castellón.

El secretario general de Ascer, Pedro Riaza, admitió ayer la existencia de 'una situación muy grave, para estar seriamente preocupado', porque puede 'afectar muy negativamente a las exportaciones de azulejos si sobreviene un conflicto de carácter bélico que alcance a otros países de la zona'.

Pedro Riaza aseguró que Israel, noveno importador mundial con una adquisición de 9.000 millones de pesetas en 2000, y el resto del Oriente Próximo con Arabia Saudí como referente al ser el sexto comprador del mundo, son de 'extraordinaria importancia' desde el punto de vista comercial porque el año pasado, los ceramistas de la provincia de Castellón, que acaparan el 92,4% de la producción total española, consiguieron unas ventas por encima de los 37.000 millones de pesetas en la zona, lo que supone el 12% del conjunto de las exportaciones.

Además, según los datos de la propia patronal cerámica, éste es un mercado en franca expansión y de hecho, desde enero hasta mayo de 2001, se ha producido un aumento de un 20% en los envíos de este tipo de productos.

El secretario general de Ascer teme que esta situación pueda agravar todavía más la 'ralentización que ha sufrido el sector este año, como el conjunto de la economía global, especialmente tras los acontecimientos del 11 de septiembre'.

Con idéntica intranquilidad se pronunció ayer el jefe del Área de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Castellón, Enrique Domínguez, quien opina que el 'problema no está ahora tanto en Afganistán como en Israel', debido a la 'especial sensibilidad de los países árabes de esta cuenca geográfica, que pueden reaccionar de forma violenta ante los bombardeos semitas sobre los palestinos, como han hecho en otras ocasiones'.

El responsable de economía de la cámara castellonense vaticinó 'una situación de inestabilidad poco amiga de los intercambios comerciales, que puede afectar de forma muy negativa a la importante exportación de fritas, esmaltes y azulejos de la provincia'.

El cerámico es uno de los sectores económicos más importantes de la Comunidad Valenciana. Las empresas azulejeras ejecutaron en el año 2000 el 30% del total de la inversión industrial en la Comunidad, con más de 24.400 millones de pesetas. Las 213 firmas del sector dan trabajo a más de 20.000 empleados sólo en Castellón y vendieron el año pasado más de medio billón de pesetas en azulejos, de los que 311.000 millones se obtuvieron del extranjero.

No obstante, los primeros síntomas de crisis ya se han dejado notar este año en forma de expedientes de regulación de empleo denunciados por los sindicatos, o la constatación de una progresiva desaceleración en las ventas reconocida por la patronal, que puede verse empeorada por el actual conflicto palestino-israelí.