"Nuestra misión es impulsar la creatividad"

La innovación y la creatividad son, siempre en el papel, conceptos claves en la sociedad del conocimiento. La Universidad Jaume I de Castellón incluyó en la redacción de sus estatutos estos dos conceptos con el ánimo, ahora reflejado, de desarrollarlos. Ambos aparecen también en el plan estratégico de la universidad y como base de una adolescente cátedra que dirige Emili Tortosa. La cátedra de Innovación y Creatividad, no sería tal si su director, cuando poco o nada le queda por demostrar públicamente, no se hubiera tomado la iniciativa como un reto personal. Tortosa, que empezó a los 14 años como aprendiz y acabó siendo director general de Bancaja, dedica horas, empeño y la paciencia en lo que él califica de 'experiencia', con la esperanza de conseguir un 'éxito' para la universidad que, augura, no vendrá a corto plazo. Quiere demostrar, pese a que asegura no tener varita mágica, que la creatividad y la innovación son aplicables a todos los ámbitos y que la primera no se limita a la estética ni la segunda a la ingeniería.

Pregunta. ¿Por qué se ha creado una cátedra así en la Jaume I?

Respuesta. En los propios estatutos se refleja la visión y misión de la universidad, donde se hace referencia a la innovación y a la creatividad. La misión de la cátedra es impulsar, tanto en la comunidad universitaria como en la sociedad, el desarrollo de la creatividad, proporcionando conocimientos y técnicas que permiten añadir a las soluciones conocidas nuevas ideas e iniciativas innovadoras. El reto es llevarlo a la práctica.

P. ¿Por dónde se empieza?

R. Hemos estado seis meses centrando la labor de la cátedra. Hoy hacemos nuestra presentación en sociedad con unas jornadas en las que esperamos conseguir un público heterogéneo.

P. ¿En qué consistirán?

R. Intervendrán aplicadores de creatividad, una filósofa, expertos en la creación de empresas innovadoras que, sin embargo, rompen el estereotipo de empresario exitoso, un creativo, un catedrático de Psicología Social y clausurará Javier Quesada, subsecretario de la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Generalitat. Se debatirá, por ejemplo, qué es la creatividad y cuál es el proceso mental de la misma

P. ¿Cuál es el público de la cátedra?

R. Existen dos tipos de público. El interno, en el que se incluye tanto el personal docente como el de administración y servicios, los alumnos de tercer grado y los ex alumnos. El externo son los empresarios, directivos y líderes de opinión. En el caso de los profesores, es importante no sólo para ellos, sino para que puedan transmitir la creatividad a sus alumnos. El personal de administración y servicios, tantas veces olvidado, es el gestor de la universidad. Los alumnos de tercer grado buscan un horizonte de compromiso, mientras que, en el caso de los ex alumnos, la cátedra supondrá un vínculo entre ellos y la universidad.

P. Pero ¿cómo se enseña la creatividad?

R. Con formación para la acción. Se trata de decodificar las palabras que dicen los brujos de la tribu.

P. ¿De dónde viene o por qué cree que existe esa falta de conexión entre la universidad y los empresarios?

R. Los empresarios no saben qué pedir porque no conocen la universidad.

P. ¿Cree que los empresarios son realmente receptivos a esa colaboración con la universidad?

R. Sí. Lo ven como algo absolutamente necesario pero difícil. Faltan canales y puentes para que haya diálogo. La cátedra también quiere ser un espacio de comunicación.

P. Y ¿cuál es la actitud de la universidad hacia esa colaboración?

R. Los equipos rectorales son receptivos. En el resto de la comunidad universitaria está costando, necesita tiempo.

P. ¿Hay ámbitos del conocimiento en los que el desarrollo de la creatividad y la innovación es más fácil?

R. En todos los campos puede haber creatividad. Se trata de hacer ver cómo es de aplicable, despertar inquietudes intelectuales y motivaciones. Enseñar a pensar. Desde aquí, mostraremos ejemplos.