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Razzmatazz cumple un año sin deudas y con casi 200 conciertos realizados

Se consolida el heredero de Zeleste

Hace casi año y medio las deudas estrangularon la economía del local Zeleste y el sector musical pop-rockero temió por el futuro de Barcelona como capital musical. A los pocos meses Razzmatazz nacía de las cenizas del antiguo Zeleste, y lo hacía para demostrar la viabilidad empresarial de una sala como la de Poblenou. Desde entonces ha pasado un año, casi 200 conciertos han tenido lugar allí, no hay deudas y todo son parabienes.

Los promotores de conciertos están satisfechos por disponer de semejante infraestructura, los vecinos no se han vuelto a quejar, el público puede ver en directo a sus artistas favoritos y los rectores de Razzmatazz aseguran haber demostrado que no son 'unos simples expendedores de cubatas' y que tienen 'respeto por la cultura'.

Todo parece indicar que Barcelona tendrá Razzmatazz por muchos años. Jose Cadahía, uno de los responsables de Razzmatazz, ya hace planes en ese sentido: 'Los contratos de alquiler de las salas 2 y 3 son por 50 años y no nos preocupan. Ahora estamos negociando la ampliación del contrato de la sala 1, del que nos restan cinco años. De momento las perspectivas no son malas y tengo fundadas esperanzas en que logremos ampliar la duración'. ¿Razones argumentadas para lograr tal ampliación? 'Las reformas estructurales que deseamos realizar en la sala, tales como ampliación de guardarropas y eliminación de goteras y de filtraciones, tienen unos plazos de amortización largos, necesitamos más duración del contrato. Trabajaríamos mucho mejor sabiendo que tenemos más tiempo por delante', indica Cadahía.

¿Y los vecinos? 'Ha sido una de las sorpresas agradables de este año de trabajo', señala Cadahída, 'porque no hemos tenido ningún problema. Hablamos con ellos y luego tomamos medidas para reducir al mínimo las molestias derivadas del funcionamiento de las salas. Todo arreglado. Ha pasado lo mismo con el distrito, con el que la relación es excelente, entre otras cosas porque han visto que la nave tenía capitán'.

No sólo por eso, cabría decir, porque la dirección de Razzmatazz tiene claro que para evitar problemas lo mejor es cumplir la ley. Lo asegura Chimo Agustina, antiguo responsable de producción de Zeleste y hoy socio de Open Doors, una empresa de servicios contratada por Razzmatazz para asegurar la correcta producción de los espectáculos. 'Ha cambiado la forma de trabajar y la sala ha mejorado muchísimo', asegura.

Sin contar con las actividades relacionadas con las discotecas, una de las principales fuentes de ingresos del complejo, en Razzmatazz se han celebrado este año un total de 163 conciertos, que han atraído a 106.412 personas. Según datos de la propia sala, el 10% de los conciertos han sido promovidos por Doctor Music (promotora de pop-rock), un 9% por Rock Rock (promotora de metal-rock), un 9% por Iguapop (pop rock independiente) y un 5% por Encore (metal-rock y rock alternativo). El resto de los actos han sido organizados por pequeñas promotoras, entre ellas la propia sala, que ha promovido un 12% de los conciertos que ella misma ha albergado. Este hecho es el único que puede romper el idilio entre Razzmatazz y los promotores de conciertos, que como indica Robert Grima, de Iguapop, como colectivo están 'muy satisfechos por disponer de una sala de estas características', sin la cual su trabajo 'sería imposible'. El problema está en que la sala aumente su propia programación, lo que un promotor que no desea hacer público su nombre califica de 'situación delicada porque la sala juega con ventaja' con respecto a ellos. Jose Cadahía resta importancia al asunto y asegura: 'No tenemos intención de meternos en el terreno de los promotores ni de quitarles trabajo y lo único que programaremos será el ciclo Flavour of the Month, cuya misión es traer a bandas desconocidas a la sala 3'.

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Aniversario con Pulp

La organización de Razzmatazz aclara intenciones ya desde el propio nombre escogido para denominar la programación con la que celebra, hoy, mañana y pasado, su primer aniversario: We love music, 'Amamos la música'. Las actuaciones elegidas a tal fin están encaminadas a probar ese aserto y dan fe de la línea de programación y gustos musicales de los rectores de Razzmatazz: el pop elegante en cualquiera de sus formas. Hoy (a las 22.00 horas) actúa el grupo británico Pulp, autor del espléndido álbum We love life, una banda que prueba que se puede hacer pop sin ser un grupo sujeto a las modas. Ellos, Pulp, son los autores del tema que da nombre a la sala en la que actuarán esta noche: Razzmatazz. Se les ha pedido que toquen esta noche esa canción.Actuarán como teloneros los barceloneses Sidonie. Para mañana esperan Piano Magic, grupo conocido en España por ser el autor de la banda sonora de la película de Bigas Luna Son de mar, y Élena, más pop refinado, grupo que presentará su primer trabajo, Porelamordedios. La traca conmemorativa se cierra el miércoles con un doble programa. En la sala 1 los estupendos galeses de Super Furry Animals, autores del reciente Rings around the world, y Splitsville, y en la 2 los alocados Fischerspooner y el alemán DJ Hell. El abono para las tres sesiones puede adquirirse a 6.000 pesetas. Gusto a espuertas, como se ve en Razzma, que así contraen el nombre sus rectores, José Cadahía y Dani Faidella. Razzmatazz abrió sus puertas en el viejo Zeleste el pasado 14 de diciembre con un concierto de Flaming Lips.

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