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Un hombre mata a su pareja y luego intenta quitarse la vida

El agresor, de 42 años, llegó hace cinco días a Serranillos del Valle para trabajar de albañil

El número 38 de la calle de Madrid, en la localidad de Serranillos del Valle, al sur de la Comunidad, se convirtió ayer en el escenario de la muerte de Mariya Mapid Xyk, una ucrania de 40 años que falleció, según la Guardia Civil, estrangulada por su pareja en circunstancias que eran 'materia de investigación', según fuentes de la institución armada. H. Z., de 42 años, el supuesto homicida, intentó suicidarse después de cometer el crimen. Tras ser hallado aún con vida por los agentes, confesó sin reparos la autoría de los hechos. El hombre fue detenido y trasladado al hospital de Getafe, donde ayer permanecía ingresado.

La tragedia se desencadenó a las nueve de la mañana, según contaron varios vecinos residentes en la zona. H. Z y Mariya vivían de alquiler en la habitación de un chalé desde hacía poco menos de una semana. Casi nadie les conocía. Pilar S. F., la dueña del inmueble, según declararon algunas vecinas, había decidido alquilar una parte de su casa para obtener más ingresos. La propietaria vive con dos de sus hijas menores de edad, una de ellas de ocho años, que se encontraba en la vivienda cuando se produjo el crimen. Mariya y H. Z. eran sus primeros clientes.

H. Z. es albañil. Había llegado al pueblo recientemente tras conseguir un trabajo en una de las numerosas obras de la construcción que actualmente se llevan a cabo en Serranillos del Valle. Hasta 1996, este pueblo sólo tenía 778 habitantes, según el censo nacional, pero desde hace unos tres años prácticamente se ha triplicado la población y son cada vez más frecuentes las construcciones de modernos chalés y edificios. Atraído por esa gran actividad, el inmigrante acudió al pueblo y no tuvo problemas en encontrar una casa. 'Eran personas normales. No parecían tener ningún problema', aseguró una mujer cercana a la propietaria del chalé. 'Y jamás discutían. No se peleaban nunca', añadió. Hasta ayer.

Según la versión que sobre los hechos ofreció Pilar S. F. a algunos de sus vecinos, a las nueve de la mañana comenzó a oír ruidos en la habitación que ocupaba la pareja. Alarmada, llamó insistentemente a la puerta y pidió al supuesto agresor que saliera. 'O llamo a la policía', le dijo. Pero H. Z. hizo caso omiso a sus palabras y su respuesta fue bloquear la entrada.

Como no obtuvo ningún resultado, la mujer decidió avisar a la Guardia Civil. Una patrulla que se hallaba cerca se personó en el lugar. La versión oficial indica que los agentes hallaron al ucranio deambulando por la calle. Sangraba abundantemente por una de sus muñecas. Al interrogarle, el hombre confesó que había matado a su mujer.

Cuando llegaron al domicilio, los agentes encontraron una macabra escena: el cuerpo sin vida de Mariya Mapid. Una UVI del Insalud se trasladó entonces hasta el lugar de los hechos. Allí los facultativos certificaron el fallecimiento de la mujer debido a la asfixia que le produjo el estrangulamiento.

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Un vecino que vive muy cerca de la casa donde ocurrió el asesinato aseguró que presenció cómo el ucranio era trasladado en una ambulancia, por lo que cree que su detención se produjo dentro del inmueble ante el aviso de la propietaria. 'Pilar llamó a la Guardia Civil y cuando los agentes llegaron lo encontraron dentro de la casa. No creo que lo hayan visto deambular por la calle', afirmó.

'No hablaba con nadie'

La sorpresa era ayer la constante entre los habitantes de la zona cercana al lugar del crimen. Algunas personas recuerdan haber visto al hombre aunque muy pocas veces. 'Él no hablaba con nadie. Solamente decía hola y adiós, pero nada más. La verdad es que los que vivimos aquí llevamos poco tiempo porque los chalés los entregaron hace unos cinco meses. Ellos llegaron hace cuatro o cinco días, así que no hemos podido conocerles', declaró un vecino.

'Antes era normal que nos conociéramos todos, pues éste siempre ha sido un pueblo pequeño, pero últimamente hay mucha gente y cada vez vienen más porque están construyendo muchos pisos. Ya no nos conocemos. Ahora no sabemos quiénes viven aquí', añadió otro vecino. Cuando se produjeron los hechos, la propietaria del chalé, Pilar F. S., se hallaba en compañía de su hija de ocho años. La pequeña fue llevada a una casa cercana, donde la atendió una vecina: 'Era todo muy confuso. Me quedé con la hija de Pilar y le di el desayuno, pero apenas pude hablar con ella para que me explicara lo sucedido. La niña estaba delante y no quisimos asustarla. Aquí ha estado toda la mañana jugando con unos videojuegos hasta que vino a buscarla una hermana de Pilar', declaró esta vecina.

El levantamiento del cadáver de Mariya Mapid Xyk fue practicado por un juez de Navalcarnero. Su cuerpo fue trasladado hasta el Instituto Anatómico Forense para la correspondiente autopsia. Fuentes de este centro aseguraron que ningún familiar se había presentado para reclamar los restos de la fallecida.

Heridas penetrantes

H. Z., por su parte, fue trasladado hasta el hospital de Getafe, donde permanece ingresado. 'Yo estaba trabajando en una obra que está enfrente de la casa. Apenas pude ver su cara, pero no estaba alterado, tenía el rostro muy serio', declaró un vecino propietario de un bar que se halla en la calle de Madrid, en la que se produjo el crimen.

La dirección del hospital de Getafe emitió ayer un breve comunicado en el que confirma la presencia del supuesto homicida en sus instalaciones. 'El paciente', dijo un portavoz, 'presentaba heridas incisas y penetrantes en ambas muñecas que precisaron exploración y reparación quirúrgica, la cual ha sido realizada en este mismo centro por el servicio de cirugía plástica y reparadora. Permanece ingresado bajo custodia de la Guardia Civil'.

Cinco mujeres asesinadas

El homicidio de Mariya eleva a 87 el número de muertes violentas registradas en la Comunidad de Madrid en lo que va de año. Pero también supone un nombre más en el apartado de la violencia doméstica. En la región han muerto ya cinco mujeres a manos de sus parejas, si bien la violencia doméstica en la región ha descendido en un 70%. El primer caso de este año se registró el pasado 4 de abril, cuando falleció María Isabel Santos, de 26 años, como consecuencia de las siete puñaladas que le asestó su ex novio en la pizzería en la que ésta trabajaba. Después se sumaron los nombres de Raquel Chaves, de 40 años, muerta en San Agustín de Guadalix; el de María Luisa Reyes, apuñalada por su ex cónyuge en el distrito de Villaverde, y el de Susana Valdivia, de 27 años, muerta a golpes. Entre enero y septiembre han muerto 34 mujeres en España a manos de sus parejas.

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