Conmoción en Chile por la muerte de un obrero a lo bonzo
Eduardo Miño, comunista en paro, protestaba contra la crisis
Después de 12 horas de agonía murió en la madrugada de ayer Eduardo Miño, el obrero en paro y militante comunista que se quemó a lo bonzo frente al Palacio de la Moneda, en protesta contra los empresarios, organismos de gobierno, la globalización, Estados Unidos y el violento desalojo de la sede del Partido Comunista (PC). La muerte de Miño ha causado una conmoción social y política en Chile.
En sus últimas palabras, Miño, de 50 años, que llevaba meses en el paro, le dijo al médico que pidiera a sus tres hijos que lo perdonaran pues 'todo fue por los demás'. El hecho causó conmoción y recibió un amplio despliegue en la prensa y televisión, a dos semanas de las elecciones parlamentarias del 16 de diciembre, en las que uno de los temas primordiales de debate es el desempleo.
El Gobierno se declaró 'consternado', el PC anunció una marcha para el funeral y los analistas electorales especulan sobre a quién afectará en los próximos comicios. Mientras se realizaba un acto por el Día Mundial contra el Sida frente a La Moneda, al mediodía del viernes, Miño repartió copias de una carta manuscrita, roció combustible en su ropa, se clavó un cuchillo de cocina en el abdomen y después prendió un fósforo y se quemó, causando estupefacción y horror. La guardia del palacio sólo pudo sofocar las llamas cuando ya era tarde. En su estremecedora carta, Miño explica que, en plenas condiciones físicas y mentales, decidió esta 'forma de protesta, última y terrible (...) como una forma de dejar en la conciencia de los culpables el peso de sus culpas criminales'. Se identifica como miembro de la Asociación Chilena de Víctimas del Amianto y del PC.
'Inmolación digna'
Agrega que 'mi alma que desborda humanidad ya no soporta tanta injusticia' y que 'mi inmolación digna y consecuente' es para denunciar a la industria Pizarreno y su holding internacional, por no proteger a los trabajadores del veneno del amianto; a la mutua de seguridad donde son maltratados; a los médicos que no reconocen esta enfermedad y a los organismos de gobierno que no ejercieron en este caso su labor fiscalizadora. Afirma que ya han muerto más de 300 personas de mesotelioma pleural, que es el cáncer producido por aspirar amianto. Hace extensiva su protesta contra los grandes empresarios, 'culpables del drama de la cesantía, que se traduce en impotencia, hambre y desesperación'; la guerra imperialista, 'que masacra miles de civiles pobres e inocentes'; contra la globalización hegemonizada por Estados Unidos y el 'ataque prepotente, artero y cobarde' a la sede central del PC.
La secretaria general del Partido Comunista, Gladys Marín, dijo a EL PAÍS estar conmovida. 'Su acto es doloroso, pero de lucidez. Su carta refleja que está en plenas condiciones. Él es un obrero culto que habla contra las transnacionales. El sistema económico y político imperante en el mundo y en Chile y la exclusión lo llevaron a la desesperación. Se inmola para estremecer al mundo', afirmó.
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