Alicante tendrá un recinto para que los argelinos compren sin pisar la ciudad

La Administración del PP pretende borrar una de las estampas típicas del centro de Alicante y de la dársena interior de su puerto, recorvertida ahora a la actividad náutica y al ocio: el trasiego de ciudadanos argelinos que arriban en barco desde Argelia para realizar compras en establecimientos de la ciudad. La Autoridad Portuaria de Alicante promueve la construcción de un nuevo muelle para la línea Alicante-Orán, alejado del centro de la ciudad, que dispondrá de un recinto cerrado con comercios en el que no se exigirá visado.

La Autoridad Portuaria ya tiene propuestas sobre la mesa de las empresas Boluda y OHL para construir, a cambio de su explotación, un nuevo muelle en la zona portuaria de poniente. Éste será el nuevo puente con Orán, tanto de pasaje como de carga. Según el presidente del puerto, Mario Flores, la idea es que junto al muelle se construya un recinto cerrado con establecimientos comerciales para los argelinos, cuyo acceso, según dijo, estaría exento de visado. Este proyecto estará ultimado a principios de año y de su desarrollo se ha encargado la empresa ganadora de un concurso de ideas convocado por la Autoridad Portuaria.

La dirección del puerto tiene previsto concluir en el plazo de dos años la división de la actividad portuaria en dos grandes sectores, uno para su uso naútico-recreativo, en las dársenas de Levante, y otro, en Poniente, para acoger la actividad industrial y pesquera portuaria.

Los gestores del puerto han entendido que la zona portuaria de Levante próxima al centro de la ciudad, donde se emplazan la estación marítima, el muelle donde atraca el transbordador de Orán y el recinto que cada verano emplean decenas de millares de magrebíes en la llamada Operación Paso del Estrecho, debe trasladarse a Poniente, y liberar todo ese suelo para otras actividades que complementen la oferta náutica y de ocio portuaria. Muy cerca, el muelle 14 se encuentra en obras para adaptarlo al atraque de cruceros.

Según encuestas realizadas por encargo del Ayuntamiento de Alicante, la zona portuaria de la dársena interior de Levante se ha convertido en el último lustro en el espacio mejor valorado por los turistas que visitan la ciudad, por encima del emblemático Castillo de Santa Bárbara. La Administración popular no ve con agrado que los ciudadanos argelinos usen el corredor portuario entre la plaza de la Puerta del Mar y la estación marítima, donde se concentran decenas de restaurantes, un hotel de lujo, pubs y establecimientos náuticos, y desde donde se accede al selecto puerto deportivo de Marina Deportiva.

La Consejería de Obras Públicas y Urbanismo, por otro lado, acaba de autorizar la segunda modificación puntual del Plan Especial del Puerto de Alicante, que incluye la legalización del hotel Meliá, un inmueble hasta ahora calificado como fuera de ordenación. No obstante, la aprobación definitiva de la modificación por parte del Consejo de Ministros, requiere un dictamen previo del Consejo Jurídico Consultivo de la Comunidad, dictamen que aún no se ha confeccionado.

La legalización del Meliá y la autorización para poder construir otro hotel en la llamada tercera fase del inmueble fue objeto de una gran controversia en la ciudad. Durante la operación de compra-venta entre el propietario de gran parte de los apartamentos de la tercera fase y la Autoridad Portuaria se produjo el secuestro del empresario. Tras una oscura negociación, la Autoridad Portuaria se convirtió en el propietario del inmueble. Tras el cambio en la presidencia del puerto con motivo de la victoria electoral del PP en 1995, la Autoridad Portuaria convocó varias subastas para deshacerse del edificio, que finalmente vendió a una empresa que ahora lo acondiciona como hotel.