La felicidad no era esto
Materiales y objetos de la vida cotidiana son redefinidos por Juan Galdeano para ofrecernos toda una reflexión sobre problemas eternos del ser humano como la soledad o la búsqueda improductiva de la felicidad. El artista afincado en Madrid utiliza instalaciones, fotografías y una performance semanal para reproducir dramas que salen de la experiencia personal pero reflejan una problemática universal. Mañana seré feliz es el título de la muestra y de una fotografía en la que puede verse a una persona aparentemente muerta, que resume el tono pesimista de las últimas obras de Galdeano, un artista que comenzó su trayectoria con el body art, pero que luego ha ido evolucionando hacia el arte objetual y las fronteras del conceptualismo.
JUAN GALDEANO
Instalación/fotografía Galería Trinta Virxe da Cerca, 24 Santiago de Compostela Hasta el 8 de diciembre
Una imagen del propio artista intentando salir de un pozo recibe al visitante que se verá sorprendido por una propuesta lúdica a la hora de encarar el lenguaje artístico. En The addiction, una maraña de cables extendida en el suelo, con dos enchufes en los extremos que salen directamente de la pared, nos sugiere el tortuoso laberinto en el que puede llegar a convertirse la existencia cotidiana. Una brutal ironía se esconde detrás de instalaciones como Lavando mis heridas, donde se presenta una lavadora que está en marcha constantemente que trata de cuestionar la posición del minimal como un episodio destacado en el arte de la última mitad del siglo XX.
El tono irónico también está muy presente en Abandonado, que consiste en una reproducción en bronce de un pequeño chicle de fresa colocado encima de una peana. El carácter museístico del soporte contrasta de forma casi grotesca con la simplicidad del objeto expuesto. La utilización de objetos aparentemente banales para darles un protagonismo artístico es una constante en la obra de Galdeano, que huye del arte entendido como contemplación y trata de hacer sentir algo al público con sus obras, aunque sea para mal.
Los comienzos del artista en el body art son evocados con la performance Mental TV, en la que un actor se sincroniza mentalmente con un aparato de televisión. Se trata de ofrecer una solución original al problema de la soledad y de la necesidad del otro. La denostada tecnología adquiere aquí un papel de acompañante para el hombre que no encuentra mejor compañía en un mundo cada vez más individualizado. El mensaje pesimista de Galdeano alcanza así su máxima expresión.
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