Dos supuestos etarras tirotean a un policía francés que intentó identificarles

Un policía francés recibió ayer siete balazos, uno de ellos en la cabeza y otros tres en el pecho, de dos supuestos terroristas de ETA en la localidad francesa de Monein, a 12 kilómetros de Pau, en el sur de Francia. El gendarme, de 33 años, que patrullaba por un camino vecinal junto a otro compañero, se acercó a dos individuos que estaban intercambiándose diversos efectos junto a dos vehículos, uno de ellos con matrícula española falsa.

La pareja policial intentó identificar a las dos personas, que entregaron a uno de los agentes la documentación. Cuando éste regresó al coche patrulla para comprobar los datos en los ficheros de la Gendarmería, escuchó un tiroteo. Al volverse vio a su compañero tendido en el suelo, malherido, mientras los supuestos terroristas huían en uno de los dos coches. Al cierre de esta edición, el policía estaba en estado crítico.

Tras la huida, los agresores dejaron abandonado el vehículo a la entrada de Pau. Allí robaron otro coche a punta de pistola a una mujer que se encontraba detenida frente a un semáforo en rojo. Los departamentos de Interior de Francia y España sospechan que los pistoleros pertenecen a ETA.

El pasado 17 de noviembre, en las cercanías del aeropuerto de Pau, otro gendarme fue tiroteado por los ocupantes de una furgoneta que se habían saltado un control de alcoholemia. La munición empleada aquel día, de procedencia checa y de la marca SBP, es la misma que la que utilizaron los terroristas de ETA en el asesinato de dos ertzainas en una rotonda de Beasain (Guipúzcoa) el pasado viernes. Este tipo de ataques a gendarmes franceses no son muy habituales. Desde 1988 sólo se han producido cuatro tiroteos, incluidos los dos ocurridos en los últimos 10 días.