Seis ciudades europeas acogerán el Institut Llull en su lanzamiento

La creación del Institut Ramon Llull para la promoción exterior de la lengua y la cultura catalana entra en su recta final. El Gobierno balear mañana, viernes, y el Ejecutivo catalán el próximo martes aprobarán el reglamento que crea y que regulará el funcionamiento de la nueva institución, a cuyos órganos de gobierno se incorporarán seis personas designadas por el Instituto Cervantes, además de su director. El Institut Llull utilizará, en el primer año de su lanzamiento las delegaciones que el Consorcio Catalán de Promoción Exterior de la Cultura (Copec) posee en París, Berlín, Copenhague, Milán, Londres y Bruselas.

Si se cumplen las previsiones, el Institut Llull podrá iniciar sus actividades en los primeros meses del próximo año, después que los parlamentos de Cataluña y Baleares -previsiblemente el próximo mes de diciembre- ratifiquen los respectivos acuerdos gubernamentales de aprobación de sus estatutos y que éstos superen el trámite de notificación al Congreso de los Diputados. Este trámite se habrá cumplido si 30 días después de su recepción el Congreso no pone ninguna objeción al contenido de los estatutos, circunstancia poco probable en la medida en que en su elaboración ha participado -o han sido consultados de alguna forma- representantes de casi todas las fuerzas políticas.

Formalmente, el Institut Ramon Llull nacerá como un consorcio entre Cataluña y Baleares al que, en el futuro, 'podrán integrarse' Valencia y Aragón, al tratarse de comunidades autónomas en las que la lengua catalana, 'en cualquiera de sus modalidades', tiene 'la consideración de oficial' o se la reconoce como tal 'en todo su territorio o sólo en una parte', por usar la terminología que consta en el proyecto de estatutos de la entidad, que consta de 16 artículos y 3 disposiciones transitorias.

La nueva entidad tendrá su sede 'compartida en la ciudad de Barcelona y la ciudad de Palma', y dispondrá de las 'oficinas principales y las delegaciones que corresponda en los lugares que determinen sus órganos de Gobierno, dentro o fuera del territorio de las comunidades autónomas consorciadas'. El establecimiento de la red de centros del Institut Llull, por tanto, será una labor pausada, que se desarrollará a medida que se amplíen las actividades de la institución y de acuerdo con sus disponibilidades económicas.

En la fase inicial, la entidad se apoyará en las delegaciones que el Copec posee en Europa y contará en alguna medida con los centros del Instituto Cervantes, que estará ampliamente representado, al máximo nivel, en los órganos de dirección de la entidad catalano-balear. El Llull trabajará, además, en estrecho contacto con las universidades, casals catalanes e instituciones de todo tipo que desarrollan actividades de enseñanza y promoción del catalán en el mundo (más de un centenar).

Inicialmente, el instituto organizará sus actividades a través de dos grandes áreas: la de enseñanza, que desarrollará su labor en estrechísima relación con los más de 100 centros que se acaban de mencionar, y la de promoción, destinada a potenciar la difusión de la literatura y de aquellas otras manifestaciones de la cultura catalana que se expresan a través de la palabra, como la canción o el cine. Entre los proyectos que abordará de inmediato el instituto figura el de elaborar un programa que permita la enseñanza del catalán a través de Internet.

El Institut Llull contará, para gobernar sus actividades, con un patronato, un consejo de dirección y un director. El patronato estará presidido, 'de manera rotatoria y por periodos de un año', por los presidentes de las comunidades autónomas consorciadas, es decir, los de Cataluña y Baleares en la etapa inicial, y 'los presidentes de las demás comunidades autónomas que en el futuro se integren' en la institución. Formarán parte de él, además de los representantes de las administraciones autonómicas y de las universidades de Cataluña y Baleares, el presidente del Institut d'Estudis Catalans, el decano de la Institució de les Lletres Catalanes y seis personas designadas por el Instituto Cervantes. El patronato se completará con 21 sabios 'nombrados de mutuo acuerdo por las comunidades autónomas consorciadas y el Instituto Cervantes'. Entre estas personalidades de las 'letras, la filología y la cultura catalana' podrían figurar escritores, artistas e investigadores que viven en la Comunidad Valenciana y en los territorios de Aragón en los que se habla el catalán, o que están vinculados a estas zonas.

El consejo de dirección, presidido de forma rotatoria por los consejeros de Cultura, contará con tres representantes del Instituto Cervantes, entre ellos su director, y le corresponderán funciones como 'la aprobación de los presupuestos y del plan anual de actividades', 'la autorización de cualquier compromiso que implique un gasto plurianual' y la decisión de 'abrir nuevos centros fuera del dominio lingüístico catalán'. Como director se busca a alguien que, junto con su competencia en los temas relativos a las actividades del instituto, pueda acreditar dotes de gestión empresarial y además consiga el beneplácito de todas las administraciones implicadas.