Obreros en peligro

Ahora que se está hablando tanto de las obras que se realizan en Madrid, de lo que tardan en culminarlas, del caos de tráfico que acarrean y de los inconvenientes para los peatones, sobre todo personas mayores y minusválidos, se nos dice desde el Ayuntamiento que para el año 2002 serán 550 los kilómetros de zanjas que se realizarán y que recaudarán 1.400 millones de pesetas por este concepto.

Las multas por tardar más de un mes en cerrar las obras pasarán de las 25.000 pesetas a más de un millón; esto lo dice la concejal de Obras, Elena Utrilla, y también nos dicen que contratarán hasta 70 inspectores para controlar los retrasos. Lo de las multas y los inspectores está muy bien. Pero, ahora, yo me digo que en la construcción este año muchos trabajadores han perdido la vida: ¿dónde están los inspectores de riesgos laborales, esos trabajadores que pican en zanjas mientras sus compañeros manejan por encima de sus cabezas las miniexcavadoras?

Con estos riesgos y la ausencia de información sobre el terreno en el que trabajan se originan accidentes como el de la semana pasada, en el que un equipo de éstos perforó una gran tubería general de agua. Los peatones y los vehículos tenemos que pasar por encima de chapas sueltas y por vallas que se mueven con solo tocarlas, y nadie se preocupa por este tipo de accidentes que esas situaciones provocan.

Pido al Ayuntamiento y a las empresas de obras que respeten el derecho de los trabajadores y peatones, que somos todos.