Tom Dicillo inaugura el certamen gijonés con 'Double Whammy'

Con la proyección ayer de Double Whammy, la última película del director estadounidense Tom Dicillo, se inauguró la 39º edición del Festival de Cine de Gijón. El certamen mantendrá su arraigada dedicación al 'cine arriesgado y de apuesta', en palabras de su director, José Luis Cienfuegos. Fuera de concurso, el festival presentará el último trabajo documental de Javier Corcuera, La guerrilla de la memoria, producido por Montxo Armendáriz.

Catorce largometrajes a concurso, de 11 nacionalidades, y 12 cortos, todos ellos inéditos en España, se proyectarán a lo largo de los ocho días del Festival de Cine de Gijón, con especial dedicación a los nuevos realizadores. Mañana se presenta fuera de concurso el último documental de Javier Corcuera, La guerrilla de la memoria, producido por Montxo Armendáriz, que recupera el testimonio histórico de la lucha del maquis contra el franquismo en la inmediata posguerra. El certamen dedicará especial atención a la obra del controvertido Richard Kern, uno de los padres del cine de la transgresión de los años ochenta y artista clave de la new wave neoyorquina, de quien se ofrecerá un ciclo monográfico en el que se proyectarán sus largos, cortos y videoclips, así como su polémica obra fotográfica en la que será su primera exposición en España.

El certamen, que se clausurará con el estreno de Carne de gallina, de Javier Maqua, una comedia de ambiente minero rodada en Asturias, dedicará ciclos paralelos informativos al free cinema y la tradición realista del cine británico, a la obra del realizador español José Luis Guerín -de quien se proyectarán en sesiones dobles su propias producciones y aquellas otras ajenas que, en su criterio, más influencia han tenido en su formación cinematográfica- y a la trayectoria de Seijun Suzuki, un maestro del cine japonés. También se ofrece un ciclo de cine documental de carácter musical y otro de películas de miedo y de terror.

El ya veterano festival gijonés persiste así con la 'línea de calidad y de innovación, pendiente de las últimas tendencias y la obra de los nuevos realizadores, pero sin buscar las concesiones fáciles', en opinión de su director. Junto a las cinematografías europeas y asiáticas, el certamen recupera este año el cine estadounidense independiente, del que en la anterior edición se había prescindido por el escaso interés, a juicio de los responsables del festival, de las producciones de esa temporada. 'Hemos conseguido reunir este año un panorama rico y heterogéneo de lo que se está haciendo en cine', señala Cienfuegos.

Canícula, primer largometraje del documentalista austriaco Ulrich Seild, ganador del León de Plata a la mejor dirección en Venecia, y la película tailandesa Las lágrimas de la pantera negra, del debutante Wisit Sasanatieg, una de las sorpresa de la sección 'Una cierta mirada' de la última edición de Cannes, constituyen dos de los títulos a concurso en la sección oficial que mayor expectación han suscitado.

En el certamen compiten dos películas realizadas en catellano: la española Nos hacemos falta, una road movie con la que Juanjo Giménez Peña debuta en el largometraje, y la coproducción hispanoamericana La fiebre del loco, segundo largometraje del chileno Andrés Wood, concebido como una historia coral de ribetes costumbristas.

Con el ciclo dedicado al free cinema, el certamen gijonés inaugura, en colaboración con diversas filmotecas, una actividad que pretende ser un espacio propio en ésta y futuras ediciones.

En colaboración con Canal+, el Principado de Asturias y Cajastur, el certamen de Gijón ha instituido este año un nuevo premio para proyectos cinematográficos de nuevos realizadores.