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Miquel Puig hace oídos sordos a la petición de PP y CiU de controlar el humor en TV-3

El concejal Miró Ardèvol exige que el Parlament prohíba bromas sobre la religión en la CCRTV

El director general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), Miquel Puig, dejó ayer claro que no va a intervenir para controlar determinados programas de humor de TV-3, en particular Set de nit, que el Partido Popular (PP) y algunos sectores de Convergència i Unió (CiU) consideran demasiado irreverente. En la comparecencia parlamentaria de ayer, los socialistas mostraron su preocupación por algunos intentos de 'limitar la libertad de expresión' en la cadena justo el día después que el ex consejero y hoy concejal de CiU en Barcelona Josep Miró Ardèvol solicitara formalmente que el Parlament intervenga para prohibir las bromas sobre la religión en TV-3.

La comparecencia de Miquel Puig en la comisión parlamentaria sobre la CCRTV volvió a reflejar ayer una situación paradójica: mientras que Puig ha sabido tejer ciertas complicidades con la oposición de izquierdas, despierta evidentes recelos en la alianza de centro derecha que sostiene al Gobierno catalán, del que depende Puig.

Las complicidades con la oposición son básicamente una cuestión de formas porque los diputados de izquierdas no tuvieron ningún reparo a la hora de echar en cara a Puig que ha sido incapaz de lograr que el Gobierno apruebe el contrato programa de la CCRTV, aunque Puig se mostró convencido de lograrlo pronto.

En cambio, los diputados de CiU no le reprocharon nada, pero a alguno se le veía manifiestamente incómodo, como a Pere Lladó, quien comentó en tono irónico que los socialistas felicitaron en su día a Puig por la cobertura de TV-3 en la moción de censura. El diputado Ricard Fernández Déu (PP) siguió el mismo camino cuando dijo no haber escuchado nunca 'una apología más apasionada [de Puig]' que la hecha ayer por el socialista Joan Ferran.

El comentario de Fernández Déu aludía a lo satisfecho que quedó Ferran tras interpelar al director general sobre las 'amenazas a la libertad de expresión' en los programas de entretenimiento de TV-3. Ferran advirtió de que se han encendido los 'señales de alarma' y habló de 'intentos de censura' en los programas de humor a raíz del malestar que el PP ha expresado sobre ciertas bromas de las que ha sido objeto en el programa Set de nit, donde se hace sátira de los políticos. Este espacio también ha sacado de sus casillas a algunos sectores de CiU encabezados por el ex consejero y hoy concejal en Barcelona Josep Miró Ardèvol, irritado por algunas bromas sobre la religión católica.

Puig dijo sentirse 'complacido' con la situación actual -en la que, dijo, hay libertad de expresión y las críticas también se expresan con libertad- e hizo oídos sordos a las peticiones que ha recibido para que intervenga. 'A mí no me gusta nada que en un medio público se rían de mis ideas, pero no quiero vivir en un país donde esto no pueda hacerse', aseguró, tajante.

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El director general de la CCRTV y director de TV-3 se mostró partidario de que los medios sean 'creativos y transgresores', aunque dentro de unos límites que a su juicio actualmente se cumplen: el respeto a la ley, el buen gusto y el equilibrio. Y añadió: 'Se puede hacer ironía, se puede ridiculizar, siempre que no afecte sólo a unos'. Fernández Déu pidió la palabra para dejar constancia de que el PP 'está a favor del debate y del sentido del humor', pero cree que 'las tintas se cargan siempre contra los mismos'.

La advertencia socialista se realizó el día después de que Miró Ardèvol acudiera al Parlament para entrevistarse con el presidente de la Cámara, Joan Rigol, y representantes de los grupos parlamentarios. Miró les expuso su malestar por las burlas que a su juicio soporta la religión católica en algunos espacios de TV-3 y les pidió, sin éxito, que actuaran.

E-Cristians

Fuentes de la reunión explican que Miró reclamó que el Parlament apruebe un código deontológico que impida a los medios de comunicación públicos hacer bromas sobre la religión. La petición no fue acogida con entusiasmo y los diputados sugirieron que éste sería un asunto del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) y no del Parlament.

Miró Ardèvol, un político históricamente próximo a Jordi Pujol, acudió a la Cámara en representación de E-Cristians, un portal de Internet sostenido por varias entidades, entre las que destaca la conservadora Comunión y Liberación. El portal tiene apoyo económico de la Generalitat.

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