Acción contra 'el virus militarista'
Un grupo pacifista protesta de forma lúdica contra la guerra frente al consulado de EE UU en Valencia
Aparecieron vestidos con monos blancos y provistos de mascarillas antigás. Y de esa guisa un grupo de representantes de diversos colectivos antimilitaristas se dirigieron a la céntrica sede del consulado de Estados Unidos. Frente a las puertas del mismo, escenificaron una acción de protesta de carácter lúdico. 'Señora, señora, cuidado, que está pasando por una zona contaminada con el virus de la guerra, el natovirus, el síndrome del tomahawk', advertía un joven a través de un megáfono a una mujer que mirara extrañada a su alrededor. Una treintena de activistas participaron en la acción que denominaron sanitaria para denunciar el conflicto bélico en Afganistán y la decisión del Gobierno español de ofrecer una base militar de Bétera como futura sede de la Fuerza de Intervención Rápida de la OTAN, si bien los uniformados con los monos de protección biológica eran ocho. En ellos se podía leer: desotanitzacions.
Bajo la mirada de un dispositivo policial, la acción no violenta intentó llamar la atención de los transeúntes. 'Síntomas del síndrome de Tomahawk: pérdida temporal del ojo; justificación del ojo por ojo y simultánea fe ciega en los líderes políticos y militares; infantilismo transitorio; se vuelve a creer en los cuentos de hadas, en posiciones de poder; tendencia compulsiva a lanzar misiles y bombas de fragmentación; proyectiles de uranio reducido; planes de ajuste estructural y a instalar bases de la OTAN', decía el pasquín que repartían. 'Esta enfermedad tiene la particularidad de que sus consecuencias más destructivas no las padecen los grupos infectados (OTAN, ejércitos, los gobiernos occidentales...), sino las poblaciones, fundamentalmente las de los países del llamada Tercer Mundo, como, por ejemplo, la afgana, la iraquí, panameña y también la de Yugoslavia', añadía a modo de explicación.
'El virus militarista no sólo se ha detectado en el consulado de EE UU', puntualizaba uno de los antibelicistas. 'Está en muchas más partes en Valencia'. Y concluía: en Capitanía General, el Gobierno Militar, delegaciones de Gobierno y defensa y la posible futura base de la OTAN en Bétera'.
La protesta transcurrió sin ningún incidente. Tan solo algunos trabajadores de diversas cafeterías y bares reprocharon a los pacifistas que utilizaran para acordonar símbolicamente algunas meses y sillas de sus terrazas.
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