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Joaquín Cortés reivindica el flamenco de fusión porque tiene alcance internacional

El bailarín Joaquín Cortés defendió ayer el flamenco de fusión y mestizaje que practica, frente a las modalidades más puristas, porque 'el flamenco tradicional sin fusión, el de hace doce o catorce años, salía mucho menos al extranjero, y ahora soy el primero en llegar a muchos países'.

Cortés, que en diciembre presentará su último espectáculo, Live, en Granada (Palacio de Congresos días 1 y 2) y Málaga (Teatro Cervantes, días 12 y 13), se mostró 'orgulloso' de contribuir a que 'la cultura española siga en pie', y subrayó en rueda de prensa que, si no cultivara el mestizaje, 'no sería mi flamenco'.

Para el bailarín, el flamenco 'es un arte en continuo movimiento que nace de la suma de dos pueblos, el andaluz y el de los gitanos de la India', y el público 'sale encantado cuando algo le transporta, ya sea en Pekín, en Estocolmo, en Tokio o en Córdoba'.

Aseguró que Live, que estrenó en marzo en Barcelona, es un espectáculo 'hecho con el alma' y el más intimista de cuantos ha realizado. Supone además un resumen de su carrera y un momento para sacar conclusiones, después de veinte años viajando por el mundo. 'Me queda mucho por hacer y quiero seguir aprendiendo y seguir madurando como persona', dijo.

En Live, Cortés actúa de forma ininterrumpida durante una hora y 45 minutos, acompañado de una banda compuesta por 18 músicos, y con un vestuario diseñado por quien le viste desde hace siete años, Giorgio Armani.

Cortés se quejó del trato que ha recibido de la crítica en España, que dijo ha ido a por él porque no le ha perdonado su carácter rebelde e inconformista.

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