Roberto Carlos desafía al Madrid

La relación que une a Roberto Carlos con el Real Madrid se descompone en la misma medida que su tendón rotuliano. En vísperas del clásico contra el Barça, hace diez días, el jugador desacreditó a los médicos del club y denunció que una mano negra con poder ejecutivo actuaba en contra de sus intereses. Ayer volvió a rebelarse contra los consejos médicos del Madrid, que le advirten de que el tendón rotuliano de su rodilla derecha corre un grave riesgo de romperse. Roberto Carlos estaba decidido a jugar el Brasil-Venezuela, decisivo para la clasificación del Mundial de 2002, que se disputó la pasada madrugada. 'El doctor me ha dicho que estoy bien y jugaré', declaró antes del partido a EFE; 'ahora estoy con la selección y es su médico quien lo tiene que decidir. Cuando vuelva a Madrid decidirán los médicos del Real Madrid'.

Roberto Carlos se escudó ayer en el criterio médico de los especialistas de la Confederación Brasileña de Fútbol, que ampararon su intención de forzar la rodilla. Esta decisión es fiel a la línea que sigue desde hace años la selección de Brasil, donde jugadores célebres, como Rivaldo o Ronaldo, han jugado infiltrados con analgésicos.

El jefe de los servicios médicos del Madrid, Alfonso del Corral, manifestó ayer que en su opinión la rodilla del brasileño seguía inflamada: 'Hace 21 días Roberto Carlos se lesionó de forma grave en ese tendón y pensamos que era muy grave que siguiera jugando. Lleva tres semanas de reposo y, lógicamente, su tendón ha tenido que mejorar mucho. Esperamos que si juega, vaya bien y que el tendón aguante en caso de que salte al césped. Pero nuestra opinión sigue siendo la misma: preferiríamos que no jugara'.

Para Roberto Carlos el partido contra Venezuela reviste un doble interés, profesional y político. De ganar se clasificaría automáticamente para el Mundial. Si pierde o empata -y siempre que Uruguay alcance el cuarto puesto de la clasificación sudamericana- la selección canarinha debería jugar una repesca contra Australia a doble partido. En el plano político el lateral madridista pretende demostrar que para él lo más importante no es el dinero -opinión muy extendida en su país-. Roberto Carlos quiere que sus compatriotas vean que está dispuesto a perder su rodilla y su carrera por Brasil.