Velocidad letárgica

Los canadienses The Cowboy Junkies se exhibieron ante su parroquia madrileña con un sabor a madurez, que en el caso de su carismática solista, Margo Timmins, podría calificarse con más justicia de plenitud interpretativa. Adictos al rock de cámara, en el que combinan elementos folks y de música tradicional americana, pero bajados a velocidad letárgica y mecidos por las posibilidades instrumentales de los hermanos Timmins, el bajista Alan Anton, el multiinstrumentista Jeff Bird y la segunda cantante Karin Bergquist, la banda realizó un exhaustivo y ordenado repaso a toda su discografía, haciendo especial hincapié en las piezas de su legendario The trinity sesions, así como en las de su último álbum, Open. Margo Timmins se mostró como en casa y extraordinariamente comunicativa con el público, al que explicó que deseaba que llegue un tiempo en el que la música se toque por puro placer y no por cuestiones de la dichosa promoción. También atacó las notas del clásico de Neil Young Podwerfinger, elevando un recuerdo a las víctimas de los sucesos de Nueva York y confesando su miedo y su emoción. Una intérprete francamente interesante y atractiva para un grupo que aborda el rock desde planos estrictamente artísticos y poco convencionales.